NUESTRA QUEJA

“A veces puede ser que, mientras nos quejamos de la dureza de los corazones de aquellos a quienes buscamos beneficiar, la dureza de nuestros propios corazones y nuestra débil aprehensión de la solemne realidad de las cosas eternas puedan ser la verdadera causa de nuestra falta de bienestar. éxito.»

—Hudson Taylor

He estado meditando mucho en estas palabras. Es cierto que ante los escasos resultados en el campo misionero podría ser fácil quejarse de la indiferencia de las personas, pero al mismo tiempo está indiferencia podría estar instalada en nuestros propios corazones.

Este es el gran peligro, de estar demandando de los demás un interés por los asuntos espirituales que nosotros mismos no poseemos, y esto se ve reflejado entre otras cosas, en los pobres esfuerzos que hacemos por llevar el mensaje a quienes están todavía sin Cristo, y en una devoción formalista pero fría.

Sin una verdadera adoración que nos levanté de la comodidad y nos dirija a buscar por sobre todo la honra de Dios jamás seremos realmente efectivos en su obra.

Hay un grave peligro de volverse egoísta al estacionarse en medio de la queja, y así justificar la pereza para no seguir avanzando en la proclamación de las Buenas Nuevas.

Muchas veces, me he sentido tentado a instalarme en la indiferencia bajo el pretexto del desinterés que las personas muestran hacia el Evangelio. Parece ser cierto que estamos en una época difícil para la salvación de los inconversos pero no imposible para Dios.

Esto, para algunos para ser razón suficiente para decistir en el trabajo y encerrarse en sí mismo o como iglesia local concentrarse en sus propias necesidades. Sin embargo, está no es la actitud que ayuda a la obra de Dios, ni que muestra fe, ni mucho menos amor por el prójimo.

En el libro de los hechos encontramos a los apóstoles luchando contra viento y marea para llevar el Evangelio. La Iglesia primitiva en medio de la persecusión y grandes perdidas no se encuentra apática a la comisión más bien está es la causa por la cuál está peleando y al mismo tiempo sufriendo. Estoy seguro que si la Iglesia no se hubiera comprometido con la misión de Cristo jamás hubiera sufrido todo lo que le pasó. Y aún en medio de sus probables y humanas quejas Dios los uso para su gloria.

Así que la indiferencia hacia el Evangelio en mayor o menor grado siempre ha existido y cuando basamos nuestro servicio en los obstáculos tendemos a quejarnos, cuando basamos nuestro ánimo en los resultados si no los hay pronto nos decepcionaremos, y asu vez esto evidencia cierta clase de idolatría porque estamos trabajando bajo la meta de resultados y no bajo la meta de solo agradar a Dios en lo que el ordena. Puede haber muchas motivaciones equivocadas para buscar la conversión de los perdidos.

Pero si ponemos nuestro enfoque en Cristo, en sus bondades y en Sú poder para usarnos entonces nuestra queja se torna en adoración y recibimos fuerza y paz para continuar adelante muchas veces en medio de las desavenencias.

Nuestra queja no ayuda en nada, solo hace ver a Dios ingrato y a nosotros egoístas e incrédulos.

Afectos y súplicas

Querido Padre, danos valor para no claudicar en nuestra labor. Ayudanos a ver tu grandeza antes que los problemas, y danos un corazón confiado en ti que encuentre su motivación en agradarte no por lo que pueda recibir de ti sino por lo que tu eres para Él «Su Dios».

Amén

EMBRIAGADO DE MELANCOLÍA

¡Cansado y triste cuando hay muchos buenos motivos para sonreír!,

Es un estado complejo

que solo los de corazón profundo

pueden sentir.

Es admitir que a veces la vida es así.

Son esos instantes donde la soledad

ansiosamente te reclama

y te incita a detenerte

Para extasiarte con su calma.

Es cuándo solo quieres estar tranquilo

escapando del bullicio,

despejar tu mente

y aceptar que tú camino es breve

como para dejarlo ir

en cosas vanas e instrascendentes.

Es ese dolor agudo en el pecho

que te oprime la garganta

y que por instantes te roba el habla,

que te lleva a extrañar a quienes ya no estan contigo

porque ya se han ido

dejando su huella indeleble

en tus entrañas.

Es lo que te lleva a pensar

en los que aún te quedan

y a valorar mucho más su existencia antes de que la separación

inevitable venga.

Es cuando reflexionas

en como Dios de muchas maneras

ha sido bueno contigo

y le agradeces todo lo que te ha dado

y también por lo que te ha negado.

Por los momentos

que en la vida te marcaron,

porque fueron estos sucesos

los que te han forjado

y te han preparado para vivir esta vida

con máyor determinación

pero sobre todo con fé en Dios.

Bendito dolor que te descubre

humano,

y que a su vez

te limpia de la superficialidad

Que hace a los hombres frívolos y huecos

Porque les roba el valor de apreciar

Lo que significa vivir este corto camino

Con propósito y pasión.

LA BREVEDAD DE LA VIDA

La brevedad de esta vida es uno de los temas sobre los cuáles me gusta mucho reflexionar. A tal punto que de estar pensando tanto en ello a veces siento que suelo dejar escapar el valioso tiempo. Es cierto que debemos tener cuidado de no caer en este sútil vicio, pero amenudo meditar en el hecho de que a cada segundo nuestras vidas en esta tierra se van extinguiendo puede ser provechoso para enfocarnos solo en aquello que nos ayuda a cumplir con nuestro propósito en esta Tierra.

Cada hombre tiene un propósito que cumplir, el problema es que muchos viven ignorándolo y otros simplemente nunca se enfocan en ir trás el, lo que se traduce en mucha perdida de tiempo y esfuerzo, en fin en vidas mal gastadas.

Y cuando hablo de proposito no me refiero a las cosas vanas por las cuáles la mayoría corren en esta vida, sino a la meta suprema que todo creyente deberia tener como su principal prioridad. El hecho de que un dia va a morir para al instante estar con Cristo.

Fuimos creados para la eternidad y nuestro siguiente paso sera dado en este plano. Ya sea en el Cielo o en el Infierno, pero pronto partiremos hacia uno de estos dos destinos. Mientras tanto debemos aprovechar bien el tiempo y enfocarnos en hacer todo aquello que nos ayudará a estar en el lugar donde nuestras almas pasarán la eternidad, y para nosotros los creyentes, los que hemos nacido de nuevo es estar junto a Cristo.

‭‭
[14] Por tanto, amados, puesto que ustedes aguardan estas cosas, procuren con diligencia ser hallados por Él en paz, sin mancha e irreprensibles.

2 Pedro‬ ‭3:14‬ ‭NBLA‬‬

Asi se nos exhorta a vivir este breve tiempo aguardando nuestro encuentro con Cristo. Esto es siendo diligentes en nuestros deberes espirituales que nutren el alma con la gracia divina, sirviendo a los creyentes, compartiendo el Evangelio con los perdidos etc… Y que seamos encontrados por Él en paz, y asumimos que la única forma de ser hallados de esta manera es estando justificados por medio de la Fé.

Cristo es quién nos libra de la irá de Dios y a su vez quién nos reconcilia con El Padre. Nadie por su propia justicia personal podrá aplacar la ira divina que el pecado despertó y lograr así una tregua con Él . Es solo a través de la fé en Él que el hombre puede ser mudado de ese estado de irá a uno de paz. Y a su vez se espera que nos guardemos del pecado que mancha nuestras consciencias y oculta de nosotros los ojos de un Dios santo.

En resumen: El tiempo vuela demasiado rápido y a cada instante nuestro día se va acercando. Vivamos bajo la regla suprema de que un día estaremos frente al Señor y así que todo lo demás sea tenido en un grado menor de afecto, que nos demos cuenta que este breve tiempo es el instante para emprender el vuelo y que necesitamos alistarnos para ello.


SOLILOQUIO SOBRE LAS BONDADES DE DIOS PARA EL ALMA

El amor de Dios es Cristo y Él es lo más elevado a lo que un hombre puede aspirar.
No hay punto de comparación. Todo en el plano material es nada ante la grandeza que representa que la divinidad ponga en ti su atención y te bendiga con Sú favor.


Y en verdad, ¿Quienes somos para que algo tan sublime como esto nos suceda ?; Si somos honestos podemos aceptar que no somos: Especiales, ni muy dotados, ni importantes; solo simples mortales con grandes defectos pero eso sí, con muchas oportunidades para ser mejorados en todo. ¡En resumen somos nada!.


Un hombre solo es grande si Dios lo posee como su hijo. Porque es Dios mismo quién le da valor. Pero si esta no es la condición, lo único que posee al hombre es pobreza. Aunque, materialmente sea poseedor de muchas favores y riquezas en esta breve existencia. Bienes que por cierto no podrá retener por más que a ellos se aferré.

Asi que, no es nada sabio vivir para estás cosas que se van a esfumar. Todos tenemos un alma que vale más que todo el oro, y que amenudo despreciamos cuando no le prestamos la atención debida.

Y el mejor cuidado que puede recibir el alma es la Verdad. Esa Verdad que le cura y le salva de su propia maldad y la limpia para presentarla ante su creador sin mancha para ser aceptada y amada como nunca antes se pudo soñar.
Si tan solo, los hombres fueran más conscientes que la verdadera riqueza está en poseer un alma justificada y entendieran el valor de lo que esto significa, dejarían de ir tras todos esos juguetes baratos que los hacen extraviarse del más valioso tesoro y mejor pondrían su mirada en Dios.
Pero, ¿Cuántos caminan hoy que desprecian a Dios por esas cosas baratas?, es tonto cambiar lo que es más estimable por baratijas, pero a menudo está es la reacción de la mayoría cuando prefieren todas las demás cosas antes que a Dios, y ciertamente vivimos tiempos de mucha oscuridad, donde los hombres no han recibido la suficiente visibilidad para apreciar esta Verdad y se den cuenta del terrible estado de pobreza en que sus almas vagan.
Muchos por descuidados o rebeldes parten sin provisión de esta vida a la siguiente para experimentar un estado de penuria y dolor por siempre. Esta es una razón importante por la cuál seguir adelante compartiendo la solución.

‭‭Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? Mateo‬ ‭16:26‬ ‭NBLA‬‬

Solo Cristo perdona nuestra maldad. Si, ¡que somos malos es algo que no nos gusta escuchar! pero es la realidad que yace en cada corazón, misma condición que necesitamos reconocer para sanar y para después aferrarnos al santo remedio el cuál es; La preciosa sangre del mismo Cristo que nos purifica el alma y la redime del poder del pecado por medio de la fé en Su sacrificio.
Asi, Cristo es nuestra única esperanza y verdadera riqueza para el alma humana. Y decimos que el hombre que ha sido objeto de esta gracia bien puede considerarse rico, pero el que aún transita por esta vida sin ella es peor que un mendigo. Que aunque se vista con trapos finos no es más que un ser putrefacto que a cada paso expele un aroma de hedor por encontrarse en densas tinieblas y bajo la irá de Dios.
Si hoy fuera mi fin, estoy seguro que a lo único a lo que me quisiera aferrar no es a nada ni a nadie, a ninguna persona, ni a la ciencia, ni al poder o seguridad que el dinero da. Sino solo al indescriptible y magnifico amor de Dios en Cristo que concede paz al alma y la certeza de que lo que parece el final es en verdad un mejor principio.


Sigue leyendo «SOLILOQUIO SOBRE LAS BONDADES DE DIOS PARA EL ALMA»

LA GRACIA DE DIOS NOS BASTA

El coro de un antiguo himno ha sido uno de los remedios que Dios me ha dado para vencer el temor y el desanimo que a menudo amenaza.

Este coro nos indica que la gracia de Dios es lo suficientemente efectiva para sostenernos y consolarnos en las duras luchas que tendremos que sostener en esta vida. Incluso aquellas cargas que pudieran representarnos una Cruz impuesta por Dios para nuestro bien.

El coro dice:

La gracia de Dios me bastará;
su ayuda jamás me faltará;
consolado por su amor,
que echa fuera mi temor,
confiaré yo en mi Señor.

Aquí la gracia podría definirse como el favor de Dios en nuestra ayuda en los momentos de dificultad. Un favor sin límites y siempre oportuno, que nos sostiene como una roca en medio de la tempestad, que nunca llega tarde y que nos consuela con Sú excelsa bondad, a tal grado que uno pierde el miedo antes las cosas que se veían como enemigos invencibles, como por ejemplo: La muerte y la enfermedad.

Dios nos ha prometido nunca dejarnos y ayudarnos a completar nuestra misión en esta vida. Y aunque, está carrera por trayectos parece cansada y difícil su gracia nos basta, ya que en ella está toda la fuerza y motivación que necesitamos para salir victoriosos de los obstáculos en este peregrinar temporal.

Cuando en el ministerio me siento débil y cansado por las luchas, entonces pienso en la Cruz y en todo lo que he recibido de ella. Y me doy cuenta que mis cargas no son nada en comparación con lo que Cristo ya llevo sobre si y que Sú favor es tan incalculable, que no importa como me sienta o como me vea en las circunstancias adversas, sino que lo que Si tiene valor es que Dios está conmigo y en Él tengo más que lo suficiente para salir triunfante de esta carrera que un día me llevará a los brazos del Salvador.

Entonces, recordar que Dios es fiel y que su gracias es efectiva y abundante son el antidoto para retomar fuerzas en medio de las adversidades y no sucumbir ante ellas.

EL AFÁN Y LAS RIQUEZAS


Ciertamente que está vida es vanidad. Esta mañana volví a asentir que no debemo ir tras las cosas que se van a ir. El afán y las riquezas son dos terribles tentaciones con las cuáles constantemente debe luchar el hijo de Dios.

Un corazón codicioso nunca podrá estar conforme con lo que Dios le dá, mientras que un corazón preocupado nunca podrá experimentar la verdadera quietud. Ambos, igual son pecado porque dudan del cuidado de un Dios bueno y Santo.


Estamos aquí en esta vida para algo más sublime que solo acumular cosas que tarde o temprano vamos a dejar ir. Este tiempo es nuestro corto viaje de preparación hacia la eternidad. Si es así, entonces deberíamos cada día mirar más allá que solo estar pensando en las cosas que creemos que necesitamos para esta vida temporal. Si pusieramos igual cuidado en nuestro crecimiento espiritual que el esmeró que invertimos en conseguir las cosas de este mundo ya seríamos ricos. Ya tendríamos un enorme cantidad de tesoros acumulados en el cielo y experimentariamos una vida más plena de abundante gozo y paz, por cuánto hemos conseguido las cosas que son importantes y no hemos basado nuestra existencia en las que van a perecer. Si las cosas a las que nos aferramos perecen también lo hacen con ellas las recompesas que nos prometen. ¡Esto simplemente no tiene sentido!


Así cada día debo recordarle a mi corazón que el amor que este mundo promete es una ilusión. Que está vida es acerca de algo mejor, de conocer a Cristo, caminar con El y alistarnos para nuestra inminente reunión. Estás son las cosas que le dan verdadera trascendencia a nuestra efímera existencia.



«Señor, hazme saber mi fin, Y cuál es la medida de mis días, Para que yo sepa cuán efímero soy. Tú has hecho mis días muy breves, Y mi existencia es como nada delante de Ti; Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es solo un soplo. (Selah) Sí, como una sombra anda el hombre; Ciertamente en vano se afana; Acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.

Salmo 39:4-6 NBLA

¡VIVIENDO MIS TORMENTAS!

Estos dias me he visto presa del dolor físico y también emocional, porque no decirlo, si solo somos ¡vulnerables seres humanos!. Este cuerpo causa sus estragos en mi espalda y tambien tuve insomnio durante algunas noches debido a mi inquieta mente que por periodos no concibe dejar de pensar. Situación que me llevo a la lectura y a dedicar tiempo a la oración, para algunos estás condiciones parecen ser las más efectivas para mantenernos en el cumplimiento de nuestros deberes espirituales.

Asi, una noche pase largo tiempo leyendo un escrito del puritano inglés John Flavel, sobre LOS TRATOS DE DIOS CON SUS HIJOS, y especialmente cuando Él les aflige para mostrarles su amor.
Fue un alivio confirmar que Dios ordena soberanamemte las tormentas por las cuáles cada uno de sus elegidos tienen que pasar y que son tormentas de bien, que vienen a nosotros en forma de enfermedad, necesidad, problemas, pérdidas e incluso la muerte ect. Practicamente, Dios puede usar toda clase de desavenencias para afligirnos y mostrarnos un gran bien. «Cuando parece que Dios nos frunce el ceño es cuando en realidad nos está sonriendo«, porque a través de las pruebas lo que nos está diciendo es que nos ama tanto como para no disciplinarnos.


Cito a John Flavel:
Las aflicciones no vienen por casualidad, sino por diseño. Por el diseño de Dios son ordenadas como medio para producir a los creyentes un bien espiritual: “De esta manera, pues, será perdonada la iniquidad de Jacob” (Isaías 27:9), “Pero [Dios nos disciplina] para lo que es provechoso” (Hebreos 12:10), “Todas las cosas nos ayudan a bien” (Romanos 8:28). Las aflicciones son como obreros de Dios en nuestros corazones, que sacan el orgullo y la seguridad carnal de ellos, y haciendo así, su naturaleza es transformada, de forma que se convierten en bienes y beneficios. “Bueno me es haber sido humillado” (Salmos 119:71) dice David.

Así, mis circunstancias adversas terminaron siendo dichosas, y perdieron su influencia negativa al asentir que mi vida entera con todas sus vicisitudes descansa en la bondadosa y soberana mano de un Dios bueno, que cuida y proteje constantemente a sus hijos de los males que amenazan con arruinar su alma en esta vida.

AMOR Y VERDAD

No hay nada mas amoroso que la Verdad.

Pero, el mundo odia la verdad porque no conoce el amor.

Asi, él amor es extraño a la humanidad, porque estando tán habituado a las mentiras de este mundo, el verdadero amor le resulta mas una ofensa que lo que es en realidad; una muestra de afecto que libera, en vez de ser un opresor como lo es la mentira.

El que ama dice la verdad, pero esto con lleva un gran costo «El desprecio».
Pero, el que en verdad esta dispuesto amar no se vende a un condicionado y falso amor por meras simpatías, sino que se arriesga a la soledad por ser fiel al ideal de la Verdad que entiende que es su vida.

PERMANECED QUIETOS

A veces está vida se advierte muy agitada, como la acción de ir corriendo tras el viento. Parece que hacemos mucho pero nada importante para el reino. Otras veces, nuestras limitaciones naturales nos impiden ir más allá de nuestros planes y deseos, y tenemos que reconocer que sin la ayuda de Dios no podemos mover ni un solo dedo.

Otras veces Dios nos permite mover toda la mano, desplazar toda nuestra artilleria en pos de nuestros objetivos y al final experimentar el fracaso solo para recordarnos que: «Nuestra impotencia proviene de nosotros mismos, mientras que nuestra capacidad para conseguir algo es de Dios». Y a menudo para encontrar nuestro camino en Dios necesitamos quedarnos quietos.

Estamos tan acostumbrados a dirigir nuestras vidas muy aprisa, a tomar desciciones prescipitadas y a no tomar encuenta el consejo de nadie. Queremos luchar y mostrarle al mundo nuestra fuerza. Todos estos son sintomas de una vida que reclama su autonomia muy acorde a la corriente que la cultura actual nos vende. Cuando Dios solo requiere nuestra rendición.

Y Sin embargo, y contradictoriamente Dios reclama nuestra dependecia como algo que nos suma valor y ve la independencia como un acto de rebeldia.

Cuando dependemos de Dios tenemos la garantia de que todo va a salir bien, esto es en sintonia con el programa que Dios ya establecio, porque entendemos que cada aspecto de nuestra vida tiene dueño, pero cuando nos salimos de este patrón el desastre es inevitable.

Una vida rendida a Dios es la única garantía que tenemos de que nuestra vida tendrá verdadero propósito y de que nuestros esfuerzos serán bendecidos y bien encausados en aquellas cosas por las que vale la pena vivir.

Así me he tenido muchas veces que detener en el camino, y deshacerme de aquello, desprenderme de lo otro y apagar esas voces que me incitan a ir de prisa para solo permanecer quieto aguardando por la fuerza y la dirección de Dios.

Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios.

Salmos 46:10

ESTA VIDA SIN DIOS

Las noches sin fe son oscuras y frias; mientras que los días sin Jesús solo son segundos de una cruel y vana ilusion.

Es cómo tener un corazón pero que no late. Es vivir por existir pero sin razón para ello.

Es una existencia vacia; sin paz, ni amor, ni verdad.

Es una mentira ilusa que engaña a la persona y la condena a las tinieblas del infierno debido a su incredulo y obstinado corazón.

Esta Vida sin Cristo es un nauseabundo delirio que mejor nunca debio de ser. Es mejor no vivir que existir sin El.

Asi es la condición del alma incauta, que extraviada transita por esta vida sin haber recibido la Vida.

Alma triste y condenada que se advierte viva pero que en realidad hiede en su ignorancia.