UN SIERVO DEMASIADO INÚTIL

Querido hermano; Esta semana ha sido de intenso trabajo en todos los sentidos, y el cansancio me recuerda que soy un simple mortal que no tiene que tomarse las cosas de esta vida muy apecho porque todo ésto va pasando y nosotros vamos destino a la eternidad. «Por nada estén afanosos»—Jesús.

Esta mañana ante los aparentes resultados de mi predicación me sentí como un siervo inútil, «demasiado inútil» para ser exacto. En el ministerio como en todo, yo soy culpable de todos los fracasos mientras que Cristo es el autor de los éxitos.

A veces me vislumbro llegando al día del juicio para rendir cuentas sobre mi trabajo con las manos vacías, y pienso que si Cristo nos juzgará por la cantidad de personas que respondierón positivamente a nuestro mensaje casi estoy seguro que yo sería contado entre los que serían clasificados como los más inútiles que van al reino de Dios.

Pero las cosas para mí consuelo no serán así. Seremos juzgados en base a nuestra fidelidad y no por cuántos números logramos. Esta es una de las verdades que hasta hoy me ha sostenido en mi labor en este campo árido. Claro, que la esperanza es lo que muere al último y más bien la esperanza en Cristo nunca muere; y aún hoy espero en un futuro si es la voluntad de Dios llegar a ver la cosecha de todo este trabajó. Y si no sucediera así, cuando esté frente a Cristo y él me pida cuentas preguntándome: ¿Dónde están las almas que respondieron a tu predicación?

Yo entonces, le responderé; ¡no lo sé, tú lo sabes todo Señor! Y yo solo hice lo que tú mandaste:

«Vayan por todo el mundo y anuncien la buena noticia de salvación a toda la gente.» Mr 15:15 PDT

Pero bueno , claro que estoy imaginando porque esto es algo que Jesús nunca nos preguntaría ya que el sabe perfectamente que ningún hombre puede venir al Él sin que el Padre lo disponga previamente.

El problema es que tenemos tán grabado en nuestra mente que los números son los que definen nuestro éxito cuando Dios piensa otra cosa. Es la fidelidad y la pureza de la Iglesia lo que de verdad le importa. En estos terminos una MEGA IGLESIA impia e infiel es más pequeña que una MINI IGLESIA que camina en obediencia a la Palabra de Dios. Amenudo debo recordarme ésto para no caer en depresión y centrarme en lo verdaderamente importante.

Y volviendo a la imagen de estar en el juicio, así creo que quedaré satisfecho, con el solo hecho de contemplar a Cristo, porqué la realidad en el cielo no tendrá ningún lugar para la desilusión que por muchos motivos hoy vivimos.

Honestamente en muchos sentidos soy una especie de «alma desilusionada» de este mundo. Y sospecho que detrás de esta situacion está Dios conspirando contra mi comodidad terrenal para prepararme para algo mejor.

Y si, ya sé que tiendo a ponerme melodramático, y qué otros antes que yo han mostrado mucha paciencia y fidelidad en peores circunstancias. Pero soy humano, tal vez «demasiado humano» y esto solo lo digo para expresar que a veces sentir para algunos puede ser una carga muy pesada, demasiado emocional. Y esta es una de las razónes por las cuáles Dios nos manda a vivir por fé y no por lo que vemos o sentimos.

Pero me basta el Señor, quien nos da la fuerza para seguir luchando en la misión. Que él nos ayude a todos para que podamos perseverar en nuestro llamamiento sin claudicar. ¡Quién más verdad!.

Y de manera providencial está mañana me tocó predicar de 1 Corintios 4:1-5. «EL SIERVO FIEL»; Y como siempre Dios hablo a mi corazón por medio de su Palabra. No estamos en el ministerio por ninguna otra razón que no sea la gloria de Cristo. La salvación de las almas es importante, pero más lo es que Cristo sea honrado ya sea por medio de la salvación de éstos cuando atienden el Evangelio o también por el juicio que enfrentarán cuando lo rechazan. Un resultado que es bien sabido qué no está en nuestras manos. Pero nosotros debemos ser siempre fieles al cumplir con nuestra labor, que es la predicación de la Verdad de Dios. Si los hombres crujen los dientes ante la Verdad nosotros debemos seguir perseverando igual que si las gentes respondieran humillandose ante al Señor, ya que no predicamos para agradar a los hombres como si lo hacemos para agradar a Dios. Y a los que son infieles en su deber serán juzgados en el día final, cuando las intenciones del corazón salgan a la luz y entonces, cada uno recibirá su recompensa del Señor.

Y así fue que está mañana de domingo una vez más la iglesia que aunque pequeña en estos ranchos fue bendecida y animada con la Palabra a perseverar y a mantenerse fiel a su Señor.

Y finalmente y por otro lado yo sigo visitando en las casas con el fin de llevarle el Evangelio a algunas cuántas almas que viven presas de la ignorancia. También el ministerio con niños sigue prosperando en el rancho. Estamos estudiando el Catecismos Infantil y éllos están prosperando en el conocimiento de las verdades del Evangelio, pero de ésto hablaré con detalle en la siguiente carta.

Gracias por leerme y sobre todo por estar orando por está misión.

Su hermano en Cristo y también siervo demasiado inútil;

Heber.

UNA MAÑANA DIFÍCIL

Este domingo me resultaba difícil. Había estado fuera de casa los últimos 3 días para asistir a unas conferencias sobre El Pastorado en una ciudad a gran distancia y había vuelto muy tarde a casa y también cansado, así que no había dormido mucho y además encontré que todos los miembros de mi familia estaban enfermos de un resfriado. Así qué, está mañana con el cansancio encima y la enfermedad aquejando nos tocó hacer los preparativos para la reunión de la Iglesia. Después de los trabajos que no se pueden postergar en la granja como son: Alimentar las cabras, las gallinas, los perros etc… También tuvimos que curar a Mily ( nuestra pequeña Yegua herida) para después ponernos a limpiar. Algunos creen que los pastores solo predicamos los domingos, pero habemos otros a los que también nos toca barrer y limpiar el salón para después ir por las personas para transportarlas y traerlas a la reunión. «Somos servidores de muchas maneras» al servicio de Dios y en consecuencia también de los demás.

Mily

Pero bueno, Dios siempre nos da la fuerza para que podamos hacer su voluntad y aunque, esta mañana algunos de los hermanos brillaron por su ausencia yo debía predicar igual que siempre, con mucha fé y fidelidad.

A veces ante los obstáculos fácil rendirse. La constante adversidad a la que algunos somos sometidos siempre es la insinuación de Satanás a dejarlo todo pero no por Cristo, sino a desistir de nuestra labor de predicación cuando el panorama se torna complicado. Estadísticas en Los Estados Unidos muestran que cada mes 1500 pastores dejan sus ministerios por el agotamiento moral, espiritual e incluso a causa de los desacuerdos con la Iglesia etc… El 70% presenta depresión y estrés derivado de las presiones a las cuales son sometidos por razón del ministerio.

Y si esto es solo en los Estados Unidos, ahora me preguntaba, ¿Cuánto no será la cifra en el mundo entero? Creo, que si puede haber algunas razones válidas que te obliguen a dejar el ministerio, pero muy pocas son realmente válidas, consideró que la gran mayoría provienen de nuestra poca fé, poco compromiso y la falta de dispocisión a batallar por causa de la obra de Cristo. Si el Pastor de las ovejas ha dado su vida lo que significa «todo«, no creo que ahora nosotros estemos menos obligados los que hemos sido llamados a este trabajo. ¡Que el Señor nos ayude a ser valientes y esforzados en el cumplimiento de nuestro deber y que podamos soportar con paciencia cuando las circunstancias se vuelven difíciles!.

Esta mañana ni tenía voz para hablar, pero el señor me concedió gracia para el menos predicar por unos cuántos minutos. Creo que su Palabra no solo nos exhorto a guardarnos del pecado si no que a la vez nos llevo a reconocer la necesidad de ser más diligentes en poner atención a la manera en la que vivimos como cristianos en este mundo.

1 Pedro 1:13-21 fuerón los versículos que dictarón nuestro mensaje hoy, y de entrada me preguntaba ¿porque el apóstol Pedro había elegido este mensaje para dirigirse a una Iglesia dispersada por la persecusión?, Para mí fue asombroso descubrir que el apóstol no estaba centrado en ayudar a resolver las dificultades temporales a las cuáles se estaban enfrentando estos hermanos, como si se nota que lo estaba por ayudarles en las que son espirituales. Desde una óptica humana es fácil pensar que en una situación así, está gente estária necesitada de ser animada y ayudada a superar su crisis. Éstos no tenían más casa, sus familias habrían sido separadas, algunos de éllos probablemente murieron. Tal vez sufrían de escases de alimentos, muy seguro enfermadad y su panorama para el futuro se miraba incierto. Entonces en este ambiente tan adverso, Pedro se dirige a éllos con las siguientes palabras:

sino que así como Aquel que los llamó es Santo, así también sean ustedes santos en toda su manera de vivir. Porque escrito está: «Sean santos, porque Yo soy santo».
1 Pedro 1:15‭-‬16 NBLA

¿Que tiene que ver la santidad con las injusticias, las pérdidas y los dolores de esta vida?.

Pedro está hablando así, porque él sabía que no debemos angustiarnos tanto por los sufrimientos temporales de esta vida como si debemos ocuparnos en prepararnos para la siguiente en la eternidad. Una nueva era donde los creyentes gozaremos de una mejor realidad. Si Pedro hubiera pensado que este mundo es nuestra hogar definitivo sin duda que se hubiera enfocado en alentar a estos hermanos con frases que son un cliché para situaciones adversas, como: No se preocupen mañana todo va estar bien, lo material viene y va, ten fé y las cosas mejorarán, pronto tendrán una nueva casa etc… Pero no, Pedro no los distrae con estas trivialidades y los conduce directo al tema de la Santidad.

Sin duda que al proceder de esta manera Pedro entendia que el dolor en esta vida es inevitable, pero que para los creyentes una vida mejor les está siendo reservada en los cielos para la eternidad, donde encontrarán su verdadero hogar y dónde el requisito para estar ahi es el de la Santidad. Por esto es que Pedro en estos momentos de profundo sufrimiento toma el tema de la santidad para brindarles consuelo, como invitandoles a mirar hacia el cielo y dejar de ver esta vida como una calamidad sino como el último paso hacia estar con Cristo.

Porque escrito está: «Sean santos, porque Yo soy santo».
1 Pedro 1:16 NBLA

A la vez comprendimos que hemos sido comprados por Cristo para Dios. Para dar testimonio de su santidad en un mundo dominado por el pecado para la gloria de su santo nombre. Un cristiano definido por el pecado es una contradicción hacia aquello para lo cuál hemos sido apartados. Es menospreciar la sangre de Cristo, pisotear la gracia y así volvernos inservibles para el trabajo en el ministerio. Son muchas las cosas que perdemos cuando vivimos en contradicción a la que debe ser nuestra nueva identidad en Cristo, pero también vemos que en este estado resulta imposible para un cristiano experimentar gozo, paz y obtener fuerza para soportar las tormentas que tendremos que librar.

Y así está mañana y aunque fuimos pocos los congregados Dios nos conforto con su palabra, y nos alentó a nunca perder la esperanza, a caminar con confianza con los ojos puestos en el Salvador ya que nuestro tiempo aquí no es mucho y cada cosa que viene a nuestra vida es un instrumento de Dios para nuestra santificación y preparación para la morada que nos aguarda. ¡Que el Señor nos ayude a caminar en su Palabra! Y así acabamos la reunión y después me fui a dormir.

Así avanza nuestra vida aquí en Tacuba, insistiendo en la predicación al saber que este es el medio para la Salvación de los perdidos y para nosotros el medio para servir al Señor quien es digno de ser nombrado y adorado por todos los pueblos.

¡Siga orando por nosotros por favor!

2 ENERO 2022

LUCHANDO CON EL DESÁNIMO

Primer día del Señor de este año nuevo. Motivo de gran gozo al recordar la fidelidad de Dios durante el año que pasó. Y yo solo puedo ver su amor y su bondad por todos lados.

Esta mañana nos congregamos solo 2 hombres ancianos, mi esposa y mis dos hijos pequeños, ya que las otras personas salieron fuera del pueblo y otros más se ocuparon en asuntos que poco o nada de provecho les deja en comparación con atender el día del Señor, el cuál debe ser considerado como una grande bendición para todos los hijos de Dios, ya que es el día en que nuestro espíritu es mejor alimentado por la predicación y al mismo tiempo, alentado al gozar de la koinonia que se vive al estar entre los hermanos.

Y bueno, debo confesar que está mañana estaba un poco confundido. La noche anterior habia estado preparando el sermón que predicaria hoy y también, le pedí al Señor que lo bendijera y lo usará para alentar nuestros corazónes. Sin embargo; ante la poca audiencia que tuvimos decidí no predicarlo y reservarlo para la siguiente reunión en dónde pudieramos estar más personas congregados. Y como ya dije; esto me causo cierto desánimo, ya que esperaba que hubiera más gente dispuesta a escuchar el sermón de hoy. Pero es Dios quien dispone que todo suceda como pasó para que su propósito en nosotros se cumpla. Y así, en secreto ante la audiencia y mientras estába dirigiendo la reunión le pedí al Señor que me diera ánimo para predicar a estos pocos con el mismo fervor como si se tratará de una multitud, ya que el Señor es digno de nuestro servicio diligente y esmerado.
Y ha cambio del sermón marcado para hoy, leímos 2 Tesalonicenses 2:13 – 17, porque pensé que necesitamos ser animados, aunque en verdad el que más lo necesitaba era yo mismo.


Asi qué, en esto pásajes se nos recordaron algunos aspectos que nos deben animar para seguir adelante en nuestra profesión con valor y ánimo, en medio de una generación dormida e indiferente hacia las cosas espirituales. Cosas como la segunda venida de Cristo, El amor de Dios por el cual se nos escogió para salvación, El Evangelio que nos fue dado y que descubrió nuestra maldad y nos reveló a Cristo como la solución a nuestra necesidad etc.

Cosas tan valiosas que nos fueron dadas por amor. Sin duda, importantes razones para vivir siempre agradecidos con Dios pasé lo que pasé.
Ante todo ésto, pedí que Dios me ayudará a amarle más por encima de todo. Es mi deseo para este año que recién comienza.


2 Tesalonicenses‬ ‭2:13‬ ‭NBLA‬

Pero nosotros siempre tenemos que dar gracias a Dios por ustedes, hermanos amados por el Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para salvación mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad.

El inicio y la realidad

Hoy es domingo día del Señor, y la mañana luce un poco sombría (nublada), mientras me  digo a mi mismo que no pretendo narrar en este diario solo la parte «agradable» de mi historia en las misiones, sino también las situaciones difíciles que vivimos en el campo y que a veces no contamos porque nos hacen ver vulnerables ante el escrutinio de los demás, y si somos honestos también nos confronta a con nosotros mismos.  Y ya no digo del escrutinio de Dios, porque siempre estamos bajo su lupa. Tenemos mucho orgullo en nuestra vida que somos muy dados a querer impresionar a otros mostrandonos muy capaces y sabios etc, pero nunca ser tan honestos como para compartir nuestros fracasos y debilidades, para no vernos torpes ante los demás. Pero si en verdad somos siervos de Dios en realidad esto es lo que somos, “siervos inútiles”.

Los misioneros no somos ni fuertes ni perfectos, seguimos luchando con el pecado como cualquier otro creyente. Tenemos dudas, lidiamos con problemas en el matrimonio, con los hijos etc… Hay días y épocas donde yo personalmente me siento bajo mucha presión. Por un lado me doy cuenta que tiendo a enfocarme demasiado en las tareas del ministerio, y que siempre tengo que estar luchando para mantener un equilibrio, porque mi familia también necesita de mí. Así que muchos de los problemas que se suscitan en el hogar suelen ser un recordatorio de que no debo descuidarlos mucho. 

Uno puede estar con ellos todo el tiempo sin en verdad estarlo. Y no quiero repetir la típica historia, de un padre ausente que no presto atención a sus hijos cuando se requería, por estar ocupado salvando al mundo mientras su familia se pierde por su descuido y abandono. 

También, está lucha en mi mente que parece interminable me agobia de vez en cuando, con el recuerdo de pecados pasados. Hay días donde la tentación me asalta, invitándome a recrear mi imaginación con toda clase de pensamientos pecaminosos, y ahí es cuando debo luchar. Me doy cuenta que no soy tan atrevido como para materializar mi pecado, pero parece que si me atrevo a caer en el mentalmente. Y esto es algo de lo cual me tengo que estar arrepintiendo constantemente estos últimos días. Sinceramente, me aborrezco cuando me permito esto, es por esta razón que debo velar, mantenerme en oración que es el medio por el cual la gracia divina fluye para no entrar en tentación. 

«Dios ayúdame» ha sido mi constante suplica por varios días.

Esta mañana predique sobre Mateo 10:23-30. Y pudimos establecer que Jesús nos invita a confiar en El en todo tiempo. No solo en las épocas de bonanza, también en los tiempos difíciles. Cuando permanecemos firmes estando en medio de las tormentas terrenales, es cuando Cristo es más glorificado en nuestra vida. Aquí, en estos pasajes, Jesús instruye a sus apóstoles a no temer a sus enemigos, a aquellos que se levantaran contra ellos y su predicación, quienes los entregarán a las autoridades y que incluso los mataran. Jesús hace un énfasis, «no les teman», pero luego les dice a quién si deben temer, y este es a Dios. Nuestro corazón debe estar gobernado por un deseo de amar a Dios y obedecer su palabra que nos hace vivir de una manera en la cual agradar a Cristo es nuestra regla de vida.

«No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; màs bien teman a Aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno». Mateo 10:28