Ya empezamos la víspera de la Navidad en la Emaee3scuelita Bíblica y ahora hemos empezado a enseñar sobre el nacimiento de Jesús.
Nuestra labor, la Iglesia, nuestra vida misma y nuestra misión aquí en la Sierra gira en torno a Jesús y todo lo que a Él concierne; por lo tanto, resulta imposible no enseñar de este gran suceso en estas fechas. Aunque ciertamente esto es algo que debemos tener siempre en cuenta, porque gracias a que Cristo se encarnó y nació en Belén, ahora el pueblo de Dios tiene esperanza y la certeza de un día gozar de vida eterna.
Gracias a esto, ahora el hombre puede experimentar perdón y redención a través de la fe en el Salvador.
En esta ocasión, los niños aprendieron cómo fue que nació el Hijo de Dios, en un insignificante pesebre y en un lugar indigno para un ser tan importante como él, un establo, para mostrarnos no solo su humildad, sino que en su condición humana se sometió sin necesidad a debilidades y dificultades como cualquiera de nosotros, para enseñarnos el gran amor del Padre, pero también para traer esperanza a los que estaban en desesperanza debido a la oscuridad que impregnaba sus corazones y que los tenía alejados del amor y la salvación.
Así también, ellos pudieron trabajar en un proyecto navideño para poner a prueba su creatividad y reflexionar sobre la gran bendición que hemos recibido de que Jesús haya nacido como lo hizo en Belén; pero más importante aún es que ahora Él puede nacer en nuestro corazón, el mejor obsequio que un hombre puede obtener en esta vida.
Las siguientes semanas seguiremos enseñando más acerca de este importante suceso y, por favor, continuemos orando por la salvación de los niños de la sierra.









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