
Esta semana, mientras regresaba al pueblo, encontré en el camino a la abuela de una niña que había estado asistiendo durante 3 años a la Escuelita Bíblica. A pesar de que desde hace unos 5 meses tuvo que dejar de hacerlo porque se mudó a la ciudad con su madre, la anciana me compartió que la niña había venido a visitarla recientemente. Durante su visita, preguntó por «Los Hermanos» (mi esposa y yo) y emocionada le contó a su mamá cómo había disfrutado aprender sobre La Palabra de Dios en La Escuelita durante esos años. También recordó con cariño la Biblia que le regalamos, que había quedado olvidada en casa de su abuela. ¡Qué alegría saber que la abuela le entregó la Biblia para que continúe aprendiendo en su nuevo hogar!
Y aunque hoy esta niña tiene 12 o 13 años y se encuentra en otro lugar, es maravilloso saber que nos recuerda y que, de vez en cuando, reflexiona sobre lo que aprendió a lo largo de todos estos años. Esto nos ha sucedido con otros niños también; es natural que muchas personas busquen nuevas oportunidades fuera de estos pueblos. Sin embargo, la semilla ha sido sembrada, y yo sigo orando por cada uno de ellos, pidiéndole al buen Señor que siempre lo tengan presente. ¡Lo hermoso es que Jesús no tiene límites, y al tener la semilla del Evangelio sembrada en sus corazones, esta puede florecer en cualquier momento según Su perfecta voluntad!
Está semana tuvimos pocos niños en la Escuelita, lo cual me hacía sentir un poco preocupado, hay muchos casos de gripa en el pueblo y tal vez está sea una de las razónes. Sin embargo, seguimos animados por la oportunidad que tenemos de enseñarles. Cuando algunos niños se ausentan, es un reto, pero también una oportunidad para entregarlo todo en manos de Dios. Esta obra es suya, y confío en que Él traerá a las almas hacia Él. Cada día oramos con fe para que cada sábado podamos recibir a los niños que necesitan escuchar su Palabra, y espero de que pronto veremos más caritas sonrientes en la Escuelita otra vez.
Este sábado, con los niños que llegaron, estudiamos que debemos poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas y que podemos confiar en Él para nuestras necesidades temporales.
Que Dios nos invita a vivir en paz, sin afanarnos ni preocuparnos por obtener todas aquellas cosas que necesitamos para vivir. Él desea que nos enfoquemos en Él, que seamos felices adorándolo, que nos dediquemos a hacer su voluntad y confiemos en que Él se encargará de darnos en su debido tiempo todo lo que necesitamos.
Sin duda tuvimos un buen momento en La Palabra de Dios con estos chicos, y yo enseñé igual como si estuvieran todos, ya que cada alma es valiosa para el Señor y este demanda de sus siervos fidelidad bajo cualquier situación.
¡Sigamos orando por la salvación de estos niños y que más pueda asistir la siguiente semana!
Mateo 6:33 NBLA
[33] Pero busquen primero Su reino y Su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.



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