ENFOCADOS EN LO ETERNO

En esta vida plagada de distracciones, resulta muy fácil perder el enfoque de lo eterno. Como cristianos, queremos siempre agradar a Cristo y esperar en Él para todo en esta vida. Pero a su vez, también sabemos que nuestro tiempo aquí es breve, y que nuestra meta diaria debe ser la de prepararnos para la eternidad con el Señor. Para esto, debemos vivir enfocados en las cosas que nos dirigen a actuar de acuerdo a la perfecta voluntad divina.

Así, Jesús, en el episodio de la tentación, fue el ejemplo para enseñar a los niños sobre las cosas en las que nos debemos enfocar y las otras que debemos rechazar porque nos apartan de este propósito. Cuando Jesús fue tentado en el desierto, rechazó las propuestas del maligno, cosas que los hombres que solo piensan en lo terrenal persiguen, como: gloria, poder y placer, etc. Y así, dejándonos ejemplo de que debemos perseguir las cosas de arriba que son eternas y no las temporales que perecen y que apartan los corazones de Dios.

También vimos que Jesús estaba determinado a cumplir la voluntad del Padre, y sabía cuál debía ser su enfoque mientras estaba aquí en la tierra, rechazando valientemente todos estos privilegios porque, en primer lugar, no venían de Dios y luego porque esto no contribuía al cumplimiento de la misión divina que venía a realizar, la de «dar vida eterna a todo aquel que crea en Él».

Por ejemplo: no es concebible imaginar a Jesús inmerso en actividades mundanas con el objetivo de enriquecerse, o en la búsqueda de aumentar su fama para convertirse en una figura influyente y así obtener la aprobación de todos. Sin duda, tales preocupaciones lo desviarían de su propósito divino, dado que es imposible servir a dos Señores. En cambio, él se enfocó en lo que es superior, en todo aquello que el Señor le mandó cumplir, lo cual podemos encontrar hoy en la Biblia. Entonces debemos enfocarnos en cumplir con lo que el libro de Dios nos instruye hacer.

Así, los niños fueron instruidos a buscar la voluntad de Dios en cada rincón de sus vidas, y enfocarse con fervor en ello.

Colosenses 3:2 NTV[2] 
Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra.

Actividad educativa con niños, enfocándose en enseñanzas cristianas y la búsqueda de la voluntad de Dios.

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