Está mañana tuvimos nuestra reunión de Iglesia en la pequeña congregación de La Sierra.
¡Si en nuestra vida no hay fe verdadera entonces está vida no vale nada!.
Y en esta condición parece estar la vida de la mayoría de las personas de estos pueblos, donde viven sin fé en Jesús, gastando el valioso tiempo en cosas vanas, y por su falta de arrepentimiento acumulando ira para el día del juicio justo de Dios.
Pero mientras Dios nos tenga predicando en este lugar, debemos ser fieles y seguir adelante, ya que el merece nuestro compromiso sincero y abnegado. La cruz es una razón por la cual Cristo merece ser adorado, y nosotros vivir con gratitud ya que gracias a El tenemos esperanza.
Está mañana predique en Mateo 15:1-9. Y aunque me sentía muy débil debido a la enfermedad, el Señor me dió la fortaleza para poder exponer su palabra ante una pequeña audiencia de 6 personas.
El texto de esta mañana nos llevó a desenmascarar la hipocresía que cometemos cuando le damos mayor peso a las tradiciones que al mandamiento de Dios. No podemos agradar a Dios si no nos sometemos a la autoridad de su Palabra, si la relativisamos, la cambiamos o le añadimos. Debemos darle el respeto que merece y sujetarnos a lo que nos indica, y no hacer de mandamientos de hombres una ley en la Iglesia como si hubieran muchos legisladores. Solo hay uno y Jesús es el Señor y legislador de la Iglesia. A el debemos honrar y obedecer también.
A menudo presento problemas de salud que digamos que disminuyen mi desempeño pero no me paralizan. Hay una mujer que está viniendo a las reuniones de la Iglesia que pensamos por lo que se ve en su vida que no es sincera. Su familia es conocida en el pueblo por su participación en la brujería y cosas turbias, si la aceptamos es porque yo sé que Dios tiene poder para salvar a los más viles pecadores, sin embargo algunas personas me han sugerido que muy probablemente me esté haciendo brujería. Yo no sé si esto es cierto, pero prefiero no centrar mi atención en estas cosas. Mi confianza esta absolutamente puesta en Jesús, y yo sé que el me guarda y me cuida. Y en los momentos difíciles se que puedo refugiarme en El. Pero si quisiera que Dios convirtiera a esta mujer o que si no se va arrepentir que mejor se alejara.
Aún hoy sigo soñando con una Iglesia Bíblica en esta zona. Con esto me refiero a una Iglesia sincera que por sobre todas las cosas tiene como meta honrar a Cristo.
Mateo 15:9 NTV
[9] Su adoración es una farsa porque enseñan ideas humanas como si fueran mandatos de Dios” .
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