BONDAD INFINITA

Dios de infinita misericordia, que no guardas rencor ni buscas el mal de ningúna de tus criaturas. Que con paciencia, las aguardas para que éstas se arrepientan de su osadía de vivir en contrariedad a tus santos preceptos y así no perezcan en el eterno dolor que representa el infierno.

¡Cuán inmensa y asombrosa ha sido tu bondad hacia este ser tan despreciable y pecador como yo! Sin duda, un alma perdida, hasta que tu gracia me alcanzó y me envolvió con el abrazo de tu infinito amor.

Cómo tú, un Dios tan puro y tan santo, fijas tus ojos en lo indigno de este ser humano y lo redimes de su propio pecado, trasladándolo a los lugares más altos que Tú has reservado para aquellos que Cristo ha comprado y su corazón limpiado.

Fuente de infinita bondad que jamás cesa de brotar, con la que riegas cada rincón de la creación para dejar grabada en ellas tu excelsa misericordia, revelando así, ante la humanidad, tu asombrosa paciencia y nuestra desmedida ingratitud.

Nunca nadie ha Sido tan bueno con la humanidad y nunca nadie lo será, y sin embargo somos ingratos porque no sabemos valorar un amor tan puro como el que tú nos das, que aún siendo tus enemigos nos enviaste a tu hijo para guiarnos al buen camino pero nosotros lo matamos, porque no lo queriamos y así tu en vez de tratarnos con odio nos mostraste misericordia y nos diste perdon para revelarte como ese Dios tan grande que no tiene límites para amar  ni perdonar las trangresiones de aquellos que les concedes reconocer su bancarrota espiritual.

Ahora no permitas más que sigamos siendo ingratos, y concédenos amarte y vivir agradecidos por el resto de esta vida ante tanta bondad no merecida.


Descubre más desde SIERVO INÚTIL

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario