SOBREPONIÉNDOSE A LOS OBSTÁCULOS

A veces, la vida se pone muy difícil; los problemas se presentan, las cosas no salen como queríamos y parece que nos estancamos. Pero quiero decirte que no es el fin, sino el camino perfecto para crecer y experimentar el amor de Dios de una manera más tangible.

Tengo que confesarte que a lo largo de mi vida muchas veces me he sentido frustrado cuando las cosas no salen como esperaba o como las he planeado; otras veces, ante las dificultades, he llegado al límite en el cual parece que no hay retorno, que el colapso es inevitable, y sin embargo, tras muchos momentos oscuros aquí sigo. Y no porque sea muy fuerte ni tampoco resiliente, más bien todo lo contrario, pero la razón por la cual todavía estoy de pie es porque Dios está conmigo.

Si, en medio de las pruebas he encontrado mi fuerza para superar los obstáculos en la fe en Cristo. En asentir que Él está en control de mi vida todo el tiempo, que Él es sumamente bueno, y que cada obstáculo es el recurso de Dios para mejorarme en esta vida y prepararme para el cielo.

Así que en las dificultades he aprendido que es un tiempo para esperar en Dios y dejar que Él trabaje a través de las circunstancias, porque detrás de cada tormenta que Él nos permite pasar hay un motivo bueno para todo esto.

Aquí te dejo 3 consejos que me han ayudado ante los problemas a no dejarme vencer por el desánimo y encontrar fuerza y esperanza a través de Cristo.

I.- RECUERDA QUE DIOS SIGUE EN CONTROL

Cuando las cosas se ponen duras, recuerda que nada sucede por casualidad ni tampoco se esconde de la vista de Dios.

No, Dios sigue estando en control y Él no solo sabe lo que estás pasando, sino más aún, Él lo ha ordenado tal como ha sucedido para hacerte algún bien.

Sí, ningún detalle se ha escapado de la soberana mano de Dios y Él ha diseñado este momento para mostrarte su poder y compasión.

A menudo, los momentos difíciles son el medio para despojarnos de la superficialidad que nos envuelve, hacernos humildes y acercarnos a Él.

Pero ante el dolor, es muy normal cuestionarse si Dios continúa a nuestro lado, así que recuerda que el Dios soberano observa desde el cielo y nada en tu vida se sale fuera de su control.

Salmo 103:19 NBLA
[19] ¶El Señor ha establecido Su trono en los cielos, Y Su reino domina sobre todo.

Mateo 10:29-31 NBLA
[29] ¿No se venden dos pajarillos por una monedita? Y, sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin permitirlo el Padre. [30] Y hasta los cabellos de la cabeza de ustedes están todos contados. [31] Así que no teman; ustedes valen más que muchos pajarillos.

II.- LAS DIFICULTADES SON EL PROCESO DE DIOS PARA MEJORARNOS

Recuerda que las pruebas parecen ser el método favorito de Dios para purificarnos y así garantizarnos no solo su paternidad, sino también su compromiso de trabajar en nosotros con la finalidad de hacernos útiles para su obra y prepararnos para la eternidad.

Hebreos 12:6 NBLA
[6] Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo».

A veces los azotes nos sobrevienen como una respuesta divina a nuestro pecado. Dios usa el dolor para llevarnos a reconocer nuestras faltas y así guiarnos al arrepentimiento y reivindicarnos al camino de la santidad. Así, Dios nos limpia de la corrupción de nuestro corazón que nos lleva a revelarnos y, a su vez, perfeccionarnos para servirle mejor y prepararnos para la eternidad.

2 Corintios 7:10 NBLA
[10] Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.


III.- DESCANSA EN SU FIDELIDAD

Por último, en los momentos de crisis, nunca olvides recordarte que Dios es fiel. Esto te ayudará a no desmayar y a no dejarte abrumar ante las dudas. También esto apagará los dardos que Satanás te envía, diciéndote que Dios te ha dado la espalda o que te ha olvidado, etc. El padre de la mentira trabaja duro en estos tiempos para hacernos dudar de la fidelidad de Dios y desanimarnos, y aunque ciertamente Dios no nos dejará, ya que Él nunca abandona a ninguno de sus hijos, si nos permitimos escuchar las mentiras de Satanás, esto nos causará un mayor daño. Por eso, es importante no perder de vista que Dios es bueno y que, en medio de la tormenta, Él va con nosotros, dispuesto a ayudarnos.

Salmo 28:7 NBLA
[7] El Señor es mi fuerza y mi escudo; En Él confía mi corazón, y soy socorrido; Por tanto, mi corazón se regocija, Y le daré gracias con mi cántico.

1 Pedro 5:7 NBLA
[7] echando toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes.

En conclusión, sin importar las circunstancias en las que te encuentres, siempre recuerda que Dios está contigo y que su presencia es un pilar de fortaleza en los momentos de dificultad. Tener esto presente te permitirá enfrentar las pruebas con valentía y, sobre todo, te brindará la fuerza y la certeza de que los desafíos son oportunidades temporales de las cuales Dios te llevará hacia un lugar mejor. Nunca subestimes el poder de Dios para socorrerte y su fidelidad inquebrantable para estar siempre a tu lado, incluso en los días más oscuros. Recuerda que Él es fiel y cada tormenta que vivas es parte del hermoso proceso de Dios para prepararte para un día habitar con Él, transformarte en una mejor persona en esta breve vida y aprender valiosas lecciones que te ayudarán a crecer espiritual y emocionalmente.

Al enfrentarte a las adversidades, permite que tu fe te guíe; así, experimentarás no solo la superación de los obstáculos, sino también una transformación interna que te acercará aún más a la esencia de su amor incondicional.


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