Este día tuvimos fuertes vientos en el pueblo, lo que dificultó la llegada de los niños a la ESCUELITA. Sin embargo, algunos de ellos hicieron el esfuerzo de asistir para aprender la Palabra de Dios. Cada mañana, antes de iniciar nuestras labores, elevamos nuestras oraciones a Dios, pidiéndole que nos guíe en todo el proceso de este trabajo y que traiga a los niños que necesitan conocerlo. Es nuestro deseo estar seguros de que la Escuelita es un proyecto de Dios, no simplemente el resultado de nuestros propios deseos ni de nuestros esfuerzos, sino el plan divino para la gloria de Cristo. De esta manera, podemos confiar en que Él nos ayudará a llevar a cabo esta obra y que los resultados estarán asegurados en el tiempo de Dios.
Hoy, los niños que asistieron recordaron que el pecado es el problema más grande que enfrenta la humanidad, un asunto con consecuencias fatales para el alma, el cual solo puede ser resuelto por medio del arrepentimiento y la fe en Jesús, el redentor de todos aquellos que se entregan verdaderamente a Él. Así, el trabajo de discipulado continúa en esta generación, orando cada día por la salvación de estos jóvenes, con la esperanza de que pronto experimenten la seguridad y el verdadero amor que proviene del ser perdonados por Dios.
La Sierra representa una oportunidad inmensa para el Evangelio; la pobreza espiritual de estos pueblos es apremiante y la dureza de corazón es un desafío que no debemos ignorar. Además, la escasez de obreros es una realidad palpable. Pero tenemos la certeza de que para Dios nada es imposible, y que Él traerá a su pueblo desde estos lugares. Por favor, unámonos en oración por la salvación de estos niños y por nuevas oportunidades de compartir el Evangelio en otras áreas de la Sierra.


Descubre más desde SIERVO INÚTIL
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
