Salmo 91:14 NBLA
«Porque en Mí ha puesto su amor, Yo entonces lo libraré; Lo exaltaré, porque ha conocido Mi nombre.
Amar a Dios es un acto confiable, es una decisión que nunca pagará mal a nadie.
Es la mejor inversión a la cual un hombre se puede arriesgar sin esperar una pérdida.
Es un amor que aporta seguridad y paz al corazón, que nos guía a experimentar lo inconcebible en términos humanos.
El amor divino es puro y fiel; nunca traicionará, ni fallará al hombre que se abandona a Él.
Su amor sana las heridas, aleja el temor, y minimiza las cargas que a menudo agobian al corazón, y a cambio experimentaremos infinito y genuino favor.
Nosotros nunca amaremos a Dios en la misma medida que el nos ama, pero en cuanto más nuestro amor por El se acrecente viviremos más fuertes y confiados ante los tumultos que tengamos que afrontar en esta vida.
Tenemos una razón para no dejarnos vencer y seguir avanzando; ¡este amor glorioso e implacable que nos sostiene!.
Descubre más desde SIERVO INÚTIL
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
