AL FINAL DE UN AÑO MÁS

Hoy es el término de un año más. El tiempo propició para reflexionar y agradecer la infinita bondad que el Señor nos mostró durante los 365 días que han pasado, en los cuales hubo muchos momentos difíciles pero también felices, pero sin duda todos colmados del amor y la misericordia de Dios para sostenernos en todo tiempo.

Este día solo un deseo tengo en mi corazón: La paz de Dios para cada uno de mis hermanos en la familia de Cristo. Y la gracia divina para mi en un nuevo comienzo para este próximo 2025. De renovación por supuesto, pero bajo el mismo objetivo de buscar la gloria de Cristo a través de la evangelización de estos pueblos a dónde El en su providencia nos ha traído a servirle.

Me confieso que una epoca durante este año 2024, parecia que mi fervor por Dios y por su obra se extinguia, y si no del todo si disminuía, pero el Señor en su fidelidad me sostuvo. Fue un tiempo muy gris, de pruebas, de  mucha duda y decepción. Donde me sentí solo, angustiado y defraudado. En donde por instantes parecía como si ya no tenía más fe para seguir avanzando. Pero en todo este «trance oscuro» en su fidelidad El Señor me sostuvo.  Aprendí que veces el se esconde de nosotros, y nos hace atravesar por pruebas para hacernos madurar, y enseñarnos a vivir solo por la fé.
Ahora también sé con mayor certeza que podemos confíar en nuestro fiel amigo y salvador, del cual nunca nadie nos podrá separar ni por más dura que sea la batalla que tengamos que librar. Y que de verdad, cuando parece estar más lejos es cuando más cerca está de nosotros, aunque a veces en silencio, pero siempre atento y presto para socorrernos y no dejarnos desmayar.

Y en este día al recordar sus maravillas, no puedo hacer otra cosas más que agradecerle por tanto favor a lo largo de toda mi vida.

Hermano, en Jesús tenemos a alguien que nos ama sin medida, y que con confianza podemos pedirle que nos ayude en los retos que este año nuevo sin duda nos traerá. Ciertamente no sabemos lo que nos depara el 2025, el mundo parece loco y el futuro muy desalentador, pero no olvidemos que Cristo está en los cielos y que desde allí es Èl quien reina.

Su victoria en la cruz del calvario es nuestra motivación para mirar con optimismo hacía el futurony a su vez, nuestra consolación y fortaleza ante los retos que nos sobrevengan en esta jornada.

Siempre me digo que esta vida es un viaje muy corto, y un año más en realidad representa uno menos en nuestra cuenta. Y esto solo significa que debemos aprovechar el bendito tiempo que nos queda, para amar a Cristo con todo nuestro corazón, y buscar hacer su voluntad mientras podemos.

La salvación de las almas sigue siendo nuestra meta, fue por ellas que Cristo murió, y una de las razones por las cuales nos constituyó en sus discípulos. Tenemos que seguir predicando, porque está es su voluntad, y es la respuesta a un mundo enfermo por el pecado.
Creo que muchos de nosotros necesitamos pedirle perdón a Dios, por nuestra indiferencia hacia su llamado, y por nuestra falta de compasión por los que perecen sin esperanza a nuestro alrededor.

Hoy muchos cristianos tendrán una linda cena lo cual no está mal, pero ¿como sentirte satisfecho sabiendo que se ha fallado al Señor en la ordenanza de amar a nuestros semejantes?; cuando nunca les hemos predicado el Evangelio que les salvará del infierno. ¿Cómo vivir felices y pretender estar bien con Dios?; sabiendo que muchos perecen a nuestro alrededor por nuestra falta de compromiso y compasión.
Y disculpeme si luzco exagerado y pretencioso, pero en un mundo que a cada instante se nos va de las manos, y que representa la única oportunidad para servir a Cristo y prepararnos para el cielo,  yo con todas mis debilidades y errores, sinceramente deseo más que todo fe y valor para seguir adelante en la tarea que el Maestro nos comisionó. Que al final es Cristo y solo Èl quien importa, y para quien estamos en esta vida.

Dios nos ayude a hacerlo así, y que está 2025 nos conceda seguir creciendo en Su santo camino, confiando en su providencia, creyéndo en sus promesas, y sabiendo que si El esta con nosotros nadie contra nosotros.

Finalmente, estimado hermano deseo que la paz de Dios sea en sus corazones siempre, y oro por un bendecido año 2025 lleno del amor divino para usted y los suyos.
Feliz año nuevo y muchas bendiciones.
Heber González.


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