CARTA AGOSTO 2024

Esta vez quiero iniciar esta carta dando gracias a Dios por la oportunidad que nos sigue brindando de poder servirle en la evangelización de los pueblos de la Sierra en Chihuahua México. Cuando lo pienso, me doy cuenta de que es un gran privilegio que como Iglesia tenemos. De poder transmitir su palabra a personas de todos los contextos para que puedan encontrar esperanza en un mundo tán caótico como en el que ahora estamos viviendo.

La Iglesia tiene una importante misión que seguir cumpliendo, y aunque estamos en una época muy difícil, donde poco a poco las libertades de los que no promulgan con las ideas del nuevo orden mundial se van restringiendo y con la intención de que nos callemos. Pero tenemos que tener fé, y recordarnos que el evangelio seguirá siendo predicado hasta que Cristo venga otra vez. Si, solo la Parusia será el detonante que detenga a la Iglesia de hacer la encomienda que Dios le entrego. No será un gobierno, ni una persecución, ningún enemigo podra truncar la obra de Dios.

Asi que, con esto en mente debemos animarnos, y no desmayar de nuestra labor. Yo mismo lo hago, cuando llego a sentirme abrumado por las pruebas que nos llegan mientras peleamos la batalla por las almas que Jesús compro.

Este mes de Julio fue uno de gran prueba para nuestro ministerio, donde la apostasía de algunos que estaban entre nosostros abiertamente se manifestó causandonos gran dolor. Yo creo, que estamos en la última hora para esta tierra, y es la apostasía la etapa que estamos viviendo en este periodo del fin de los tiempos.

Como cristiano es una situación muy difícil, ver volverse atrás y negando al Señor a aquellos que en un tiempo llamábamos hermanos, y que estuvieron entre nosotros, participando de la comunión de la Iglesia, etc.

Es una realidad que muchos hoy se están apartando, recientemente hable con dos pastores que me han dicho que han tenido la misma situación. Ellos estan sorprendidos por lo que están viendo, personas de años dentro de la Iglesia, que tenian conocimiento en las Escrituras, y hasta un ministerio, ahora se están volviendo atras por las cosas que ellos ya sabian que tendrian que afrontar. Esto esta causando mucho dolor y hasta cierta confusión, pero a su vez, esto es lo que la Biblia ya nos advertía que en el final sucedería y aparte dice que todo lo que acontece es usado para nuestro bien. Asi que hay que confiar en Dios y tener fé.

Personalmente esto me ha llevado a examinarme, temiendo que me llegue a pasar lo que a otros les ha acontecido, (nadie está más propenso de caer que aquel que no es consciente de su vulnerabilidad), y así he estado rogando a Cristo que me conseda su favor para no claudicar pase lo que pase, y que me permita llegar hasta el final de mi carrera. Las promesas acerca de la fidelidad del Señor hacia su pueblo me han sido de gran aliento en estos tiempos, y aunque Satanás no ha desaprovechado la oportunidad para sembrarme dudas, el Señor ha permanecido a mi lado, sosteniendome y animandome a mantenerme en la brecha.

Hermano en estos tiempos tenemos que admitir, que no somos soldados que peleamos solos, el mismo capitán que es invensible y todopoderoso va con nosotros para asegurarnos que la victoria en esta batalla nos pertenece. Y Aunque  tengamos que  ser golpeados y sufrir pérdidas en este combate, al final si perseveramos saldremos triunfantes porque así lo prometió el que nunca pierde.

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Así, este mes pudimos seguir caminando, compartiendo el mensaje con aquellos que todavía existen condenados, y a su vez instando a perseverar a los hermanos de la pequeña Iglesia que permanece en estos ranchos. Animandoles a permanecer mirando a Cristo y no desmayar, porque el galardón que se ha prometido esta a la puerta de la esquina para los que permanecen fieles.

En estos pueblos tan ciegos a su necesidad de Cristo, el Señor una vez más me consedio la oportunidad de dar testimonio de la verdad frente a un gran numero de habitantes de estos lugares. Donde  de manera fehaciente fueron testigos que el tiempo de buscar a Dios a todos pronto se nos va a acabar. El dolor y la tristeza fueron el escenario donde la Palabra de Dios fue expuesta como una sentencia a los que le rechazan, y como una esperanza a quienes reconocen que sus vidas sin Dios son nada. Que son solo un soplo que en el tiempo desaparece y que nuestro cuerpo humano está destinado a hacer un festín de gusanos. Un triste final cuando se muere sin esperanza en el corazón. Pero, para aquellos que se arrepienten y que reconocen que solo Jesús puede revertir el estado tan terrible que espera a sus almas y cuerpos cuando mueren sin fé, solo para ellos la muerte puede ser considerada como su mejor aliada para a una vida mejor, donde nuestra alegría nunca terminará, porque al fin veremos el rostro de aquel que anhelamos y que todavía tiene tanto amor para darnos.

Con razón mi corazón está contento y yo me alegro; mi cuerpo descansa seguro. Pues tú no dejarás mi alma entre los muertos ni permitirás que tu santo se pudra en la tumba.

Salmos 16:9-10 NTV

Porque soy recto, te veré; cuando despierte, te veré cara a cara y quedaré satisfecho.

Salmos 17:15 NTV

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También la misión de evangelización con los niños sigue en marcha. Un gran grupo sigue con nosotros aprendiendo la Palabra del Señor cada semana y recibiendo el consejo que les abrirá los ojos ante el engaño que en este tiempo se está sembrando en la mente de los seres humanos. Es nuestra esperanza que El Señor convierta a estos infantes y los use el día de mañana para seguir engrandeciendo su reino en estos pueblos. Este es el motivo por el cuál cada sábado trabajamos con éllos porque sabemos que son el futuro, y que la Iglesia seguirá creciendo hasta que el tiempo señalado para su reunión con Cristo venga.

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Algunas fotos del programa con niños

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Finalmente y por favor, sigamos orando por estos niños, por la obra deDios en estos pueblos, y en general por la evangelización de las almas en el mundo entero.

Especialmente ore por mi, por dirección para el ministerio, y por nuevas oportunidades para seguir llevando la Palabra a quienes necesitan escuchar de Cristo.

Dios le bendiga.

Heber González.