ESTOS DÍAS

Desde hace un tiempo atras venia meditando en ese deseo insistente de querer estar mas cerca de Dios. No es que Él este lejos por supuesto, pero a veces es como si Dios nos dejara en silenció, probablemente para hacer crecer nuestra fé, y otras para que le deseemos más. Cuando el ser amado se aleja se extraña más, y cuando reaparece su compañía resulta de más valía debido a la previa extrañeza.

Asi pensaba y deseaba, cuando de pronto todo se complico.

La enfermedad me visito en dos ocasiones en 15 dias. Yo deseaba recuperarme pronto para poder volver a la rutina, pero Dios ha usado este tiempo para mantenerme mas cerca de Él. Y valorar su amor a traves de las pequeñas cosas que el nos dá cada día, y que no agradecemos como puede ser tener salud.

Cuanto bien nos hace estar bien físicamente, pero a menudo Dios aflige nuestros cuerpos para hacerle bien a nuestro corazón, porque es estando en el lecho que clamamos a Él con más prontitud y fervor.

Asi, ha habido cosas que no han podido esperar.

El siguiente mes empieza la temporada de lluvias aqui en la zona, y antes necesitamos hacer algunos preparativos en nuestra casa, la cual esta ubicada en una ladera y para evitar que entre el agua cuando llueva. ¡Dios quiera que llueva este año!.

Asi que, no he podido descansar para recuperarme y hemos estado construyendo un muro de concreto en la ladera con la intención de desviar el agua cuando llueva.

Wow, nunca habia sido constructor antes, pero aquí en el rancho necesitas entrarle a lo desconocido para que las cosas pasen. No hay mucha mano de obra, mucho menos expertos en construcción, pero Gracias a Dios que me ha brindado su gracia y dos personas me estan ayudando a realizar este trabajo.

Y asi, en medio del cansancio y el malestar fisico, Dios ha estado conmigo. No sé usted, pero cuando me toca vivir estos eventos, prefiero no centrarme en lo difícil y pensar en que esta racha pronto pasará. Pensar en Jesús y en sus padecimientos me deja avergonzado al ver su monumental margen para soportar el sufrimiento y verme yo tan débil a su lado. Su ejemplo y promesas me impulsan a seguir adelante esperando en Él.

Y como si algo más faltara. Bueno, a veces creemos que ya es suficiente pero Dios sabe cuanto más nos falta para mostrarnos quien es Él.

Esta tarde debíamos tener reunión de Iglesia aqui en el pueblo, La Iglesia en Tacuba es pequeña. Los niños son el numero mayor pero ellos se reunen los sabados, mientras que los adultos el domingo y hoy (miércoles). No estaba seguro si tendriamos reunion, ya que habíamos trabajado tanto este día y aparte se me fue la voz debido a un resfriado que me pego. Pero poco antes de la hora los hermanos me empezaron a llamar para advertirme que vendrían a la reunion, asi que decidi hacerlo confiando en que él Señor me daria la fuerza y la voz para predicar.

Y si, aunque me sentía limitado el Señor bendijo esta reunión, y hasta un invitado nos mando.

Al terminar, ya se estaba ocultado él sol y yo debia llevar a sus casas a algunos congregantes. Los caminos del pueblo son malos, mucha tierra y piedra, pendientes, barrancos y arroyos etc…

Y bueno, cuando parecía que el dia estaba por terminar bien, al subir una pendiente despues de cruzar un arroyo el sol que estaba por esconderse me cego y cai a un barranco. Los hermanos todos mayores no podian ayudarme y nos encontrábamos en una zona aislada del rancho. En fin, Dios me mostro su gracia una vez mas y puso en mi camino a un hombre que me ayudo a salir del hoyo antes de que la noche llegará.

Reconozco que me asuste. Pero también pude ver que Dios nos guardo de algo peor. Si me hubiera pegado mas hacia el otro lado nos hubiéramos volteado en la parte mas alta del barranco, pero «caímos en el mejor lado».

Ufff, Dios conmigo otra vez. Tengo tantas de estas experiencias aqui en La Sierra. Un domingo, despues de un culto recuerdo que me quede varado en medio de un arroyo que no pudimos cruzar por la creciente. Esta vez yo con 3 adultos mayores, y uno de mis hijos muy pequeño en aquel entonces.

Otra ocasión, en otro de los pueblos que visitamos, se nos hizo de noche cuando debiamos regresar al rancho cuando una tormenta nos alcanzo, que nos llevo al rio. Gracias a Dios que había un tractor cerca que me remolcó a la orilla antes de que el rio creciera más. En fin, espacio me faltaria para terminar de contar todo de lo que Dios nos ha guardado ya que es mucho, pero me quedo con esto; EL SEÑOR ES MUY FIEL Y MUY BUENO.

Tal vez, si no estuviera en el campo misionero no tendriamos tantas aventuras, pero tampoco tantas manifestaciónes del cuidado providencial de Dios en nuestras vidas.

Estoy convencido que las misiones en muchos sentidos son un trabajo de alto riesgo, pero a su vez, Cristo nos ha prometido ir con nosotros, nunca dejarnos, ni desampararnos y esto es algo que en todos los sentidos he comprobado.

Cada segundo de nuestra existencia es favor divino, y agradezco a Dios por el infinito amor que nos ha tenido.

En fin, a veces estar más cerca de Dios significa problemas y sufrimiento, pero su presencia sobrepasa a todos los inconvenientes que podamos vivir en esta breve vida.

Muchas gracias por sus oraciones.


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