Ser ciego es una de las condiciones más desfavorables para cualquier persona. Vivir privado de ver la luz del sol, y de todas las cosas maravillosas que existen a nuestro alrededor puede resultar trágico. Sin duda, que para los que vemos, enfrentarnos a esta posibilidad algún día resulta impensable, pero creo que haber nacido ciego es todavia un poco peor. Es estar vivo pero privado de una habilidad de posibilidades infinitas que a menudo los que vemos no valoramos, es haber crecido en un sentido en completa oscuridad. Sin poder distinguir los rostros, las figuras y matices de tu entorno. Es como vivir solo imaginando en ¿Cómo será? etc.
Pero hay una ceguera aún más terrible que la física, y es la ceguera del corazón, que impide al hombre conocer a Dios. Esta ceguera es causada por el pecado que nos enferma y nos engaña, y nos hace creer que podemos estar bien sin amar a Cristo.
Es Jesús la cura para este mal, y una vez que el nos sana podemos ver la luz y andar en ella para no tropezar.
Así los niños de la Escuelita, esta mañana aprendieron que todos los seres humanos nacemos ciegos espiritualmente consecuencia del pecado, y que es solo yendo a Jesús con fé, que podemos recobrar la visión a través de su perdón que nos salva y nos lleva a Dios.
También, que al igual que el hombre ciego, nuestra sociedad está ciega por el pecado, algo que se muestra claramente en la manera en la cual los hombres viven actualmente sin considerar a Dios.
Pero nosotros, que antes también existiamos en esta condición, ahora por su gracia podemos ver, y esto a raíz que la luz del Evangelio iluminó nuestros corazones para acercarnos a Dios.
Por lo tanto, debemos vivir agradecidos ante el milagro que Dios nos ha dado a traves de Cristo.
Sigamos orando 🙏 por estos niños, pidamos al Padre que su luz los guíe a amar y servir a Cristo.
Fotos de hoy en La Escuelita 👇👇👇👇




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