Es sumamente reconfortante para el alma quebrantada por el pecado asentir que nada lo podra separar del amor de su creador.
Nada en uno mismo, ni en nadie más.
Ni la oscura muerte que tanto dolor inflinge, ni el resplandeciente mundo con todas sus tentaciones y trampas.
Ni el maligno pecado que nos confunde y entristece, ni el mismo diablo puede hacer que Dios se niegue a seguir amándote.
En resumen, nada ni nadie puede hacer que Dios cambie de opinión respecto a tí cuando Él ya decidio que tu serias el motivo en el cual exhibir su bondad.
Este es un amor incondicional que no depende de ningún merito ni en nada que gire en torno al ser humano.
Somos amados por Dios solo porque asi lo quizo Él.
Es por Cristo que por Dios somos aceptados, y así como El amá incondicionalmente al Hijo, asi también ama a todos aquellos por los cuales el murio clavado.
Profundo e inescrutable amor de Cristo que en una cruz se dio para mostrar su amor a un perdido y vil pecador como yo.
Hay paz en el Salvador para el alma que ha sido objeto de su favor, para la cual no habra más condenación sino una eternidad maravillosa de infinito amor.
Asi que si has caido, arrepientete que seguramente no estarás contento en esta situación, levantate y sigue tu camino, que Dios nunca te dejara caído, porque fiel es el que dijo; NUNCA TE DEJARE DE AMAR.
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