NUESTRA ACTITUD FRENTE A LAS PRUEBAS

Hay una actitud que en medio de los problemas revela un estado alto de madurez. Es cuando en medio de las dificultades uno es capaz de reírse sin minimizar la situación ni volverse indiferente. Es mirar con optimismo el mañana y seguir adelante sin dejarse vencer por los obstáculos.

No estoy hablando de estoicismo sino de fé en Jesucristo.

Los problemas son un camino por el que inevitablemente  tendremos que caminar en esta vida. Esta vida en sí implica un montón de problemas que tenemos que resolver.

Es cierto, que parece que para algunas personas es más fácil afrontar las dificultades que para otras, debido tal vez a su temperamento y a las condiciones que les rodean etc. Sin embargo, para todos sin excepción resulta molesto tener que vivir estos periodos porque nos sacan de nuestra zona de confort. Pero, lo que a veces nadie dice es que es precisamente vivir estos periodos lo que nos hace crecer, porque fortalecen el carácter y a la vez prueban nuestra fé.

Dios es tan bueno que a veces nos permite sufrir, para que así no nos creamos tan fuertes, ni vivamos como si no le necesitaramos, sino que en medio de la aflicción nos recuerda de cuánto dependemos de Él.

Nietzsche dijo que: «Lo que no te mata te hace más fuerte»; y hay situaciones en la vida que nos parecen tan grandes que nos podrían hacer morir sino físicamente si de pena por el dolor moral que nos infligen.

Pero los cristianos solo encontramos nuestra fuerza en Cristo y en nadie más. Es nuestra debilidad la que nos guia a refugiarnos en Él y recibir la fortaleza para afrontar los obstáculos.

Sin embargo, la Escritura advierte que los problemas tienen como fin probarnos  y hacernos pacientes.

Es la manera en la que respondemos a las dificultades lo que revela si en verdad confiamos en Dios o no, y a su vez nos entrenan para que aprendamos a enfrentarlas no en nuestras fuerzas que ciertamente pueden fallarnos sino con fe, esto es esperando en Él. Quién tiene todo el poder y la dispocisión para salvarnos de nuestras luchas una vez superada la prueba.

Como Cristianos nunca debemos olvidar que todo tiene un propósito, y las pruebas son el camino para hacernos mas dependientes de Dios y asemejarnos mas a Cristo.

Asi que la próxima vez que estemos enfrentando problemas no nos quejemos ni nos desanimemos, antes bien afrontemolos con esperanza porque Dios esta trabajando en nuestras vidas para madurar nuestro caracter y llevarnos a responder a las dificultades de la vida con Fe.

Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte.

Santiago 1:2‭-‬4 NBLA

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