LA BODA DE CANA

Esta semana los niños de la Escuelita en su lección biblica acerca de LA BODA DE CANA memorizaron San Juan 2:5. Dónde aprendieron no solo a acerca del impresionante poder de Jesús (cuando convierte el agua en vino), que vence los límites y hace lo inimaginable al ser el mismo el hijo de Dios. Sino, que además vimos que como sus hijos siempre podemos confiar en Él. Ya que nadie posee como Él tanto amor y poder como para ayudarnos en cualquier situación.

Pero algo importante y que salió a relucir en clase, fue ver qué María ante el problema (la falta de vino) ordenó a los que servían que pusieran su atención en Jesús y le obedecieran en todo al ser Él la única persona capaz de ayudar a resolver la situación. Algo importante en este contexto donde los niños han sido enseñados que María o Guadalupe como le conocen aquí al igual que Jesús hace milagros, y que es objetó de obediencia y adoración; una idea que quedó descartada a la luz de este texto.

Asi estos niños a través de la Escuelita siguen aprendiendo a conocer a Jesús; y en estos tiempos tan oscuros se vuelve imprescindible no solo escuchar las Escrituras, sino también memorizarlas. Ya que en mi propia experiencia y en la de muchos otros es bien sabido que Dios uso Sú Palabra en nuestra mente para traernos a Él cuando todavía estábamos lejos. Y que ya una vez como sus hijos, Él nos recuerda su Palabra para ayudarnos a salir de las pruebas. Y ahora, que hay tanta confusión se vuelve necesario llenar las mentes de los niños con la Verdad que les previene de las MENTIRAS DESTRUCTIVAS de esta era actual.

Asi que me alienta mucho reconocer que la Palabra de Dios tiene poder y que puede hacer cosas extraordinarias y marcar una diferencia en las vidas de estos niños.

También, este sábado ya se empieza a sentir el frío aquí en el pueblo y aprovechamos para entregar unas chamarras que habían estado guardadas por unos meses y que unos hermanos amablemente nos donaron para estos niños. Puedo ver qué en estos tres años de la Escuelita el Señor nunca nos ha dejado y siempre en el tiempo oportuno ha provisto para cada necesidad. Esto me hace creer que este trabajo con los niños en la Sierra es parte de su voluntad para nosotros en este lugar.

¡Dios es fiel!