Esta mañana temprano como todos los lunes me disponia para ir a trabajar. Despues de alimentar a los animales en la granja me puse al volante y emprendí mi camino mientras escuchaba las ultimas noticias.
Estos ultimos dias había estado pensando no poco en el conflicto suscitado entre Israel y Palestina. Y es que me pasa que me obsesionó con ciertas cosas y con ciertas ideas que puedo traer conmigo todo el tiempo al grado de no dormir por estar pensando en ellas. Y es hasta cuando caigo en si, que me pregunto que: «será que acaso nunca voy a ser normal». Pero asi soy yo, y pobre de mi esposa quien además en veces tiene que tomar el papel de mi psicóloga pero bueno, y me recordaba de cuando niño gustaba leer el periódico en la sección de politica internacional, donde me pasaba las horas leyendo los titulares sobre el conflicto en medio oriente. En su momento los protagonistas de esta historia eran Yasert Arafat, el Ayatollah Jomeini, Isaac Rabin y otros. Pero esta parece ser una historia interminable, la Cúal que por cierto es profetica y alguien acertadamente dijo: «La historia de este mundo empezo con Israel y también terminara con Israel».
Y aunque me es difícil determinar exactamente en que periodo del plan de Dios se encuentra la humanidad hoy, lo que si es cierto es que las guerras y toda esta inestabilidad politica y economica actual deberían de ponernos a pensar mas en serio, sobre como estamos llevando nuestra breve vida.
¡No hay nada seguro en esta vida, todo puede cambiar radicalmente de un segundo a otro!
Asi, con este inquietante pensamiento en mente habia estado orando y concluyendo que lo mejor que podia hacer es seguir adelante con mi misión. Pregonar a Cristo siempre que me fuera posible y hasta cuando el tiempo me alcancé ya que como dije todos aquí abajo tenemos un principio y un final. Porque esta vida es muy corta y como nada aqui es seguro lo unico que tenemos es él presente y hay que aprovecharlo al máximo para las cosas importantes como buscar la gloria de Dios.
Asi que, mientras salia de la brecha que sale del pueblo para tomar la carretera vi a un hombre a un costado de está con una gran mochila en sus hombros. Muchos me han sugerido que no suba a desconocidos en el camino y esto por las situaciones peligrosas que suceden aquí en la Sierra.
Pero a veces desobedecer esto, me resulta inevitable porque Dios me ha concedido valiosas oportunidades para comunicar su Palabra durante estos momentos y otras veces la verdad es que ni siquiera lo pienso ya hasta que el o los desconocidos ya van conmigo en el auto cuando caigo en sí. Y aunque no soy de naturaleza muy valiente que digamos, pero ya con el problema encima digo: Bueno, si me van a dañar, robar o secuestrar etc… Pues antes de que algo suceda les voy a predicar a Cristo y esto es lo que siempre hago, y hasta ahora el Señor me ha guardado. Y si sé que algunos me van a calificar de imprudente pero si en mi imprudencia Dios es glorificado entonces, alabo al Señor.
En fin, el hombre abrio la puerta de atras del auto y le dije que no, que se viniera adelante porque viajaba solo. Entonces, deposito su gran mochila en el asiento trasero y se subio adelante junto a mi.
Lo primero que pude notar fueron los ojos rojos en su rostro y que lucia algo sucio de su ropa. También, que era un hombre joven tal vez en sus 25 o un poco mas . Y de verdad que nunca lo había visto antes por aquí, lo cual resulta un poco extraño porque todos por este rumbo nos conocemos. Y bueno, uno piensa lo peor por todo lo que ha estado pasando pero me dije: ¡Bueno, aquí estoy Señor una vez mas! Ayúdame como siempre lo haces.
Asi empezamos el trayecto y el joven me pidio que bajara un poco el vidrio de la ventana para que le entrará el aire un poco. Pronto note que no queria darme la cara ya que me respondío sin dejar de mirar por la ventana.
Me presente tratando de romper el hielo como suele suscitarse en un primer encuentro. Pero, igual me dijo su nombre sin voltear a verme. Aunque yo si podia verle a El y sobre todo sus ojos rojos lo cúal pense se debia a una noche de copas o que tal vez a los efectos de alguna droga etc…
Por motivos obvios no podré decir su nombre pero nos referiremos a el por sus iniciales «E. Q.»
Asi E. Q. Y yo prseguimos el camino y yo decidí que debía empezar a hablarle de Cristo. Empece hablándole sobre la esperanza que tenemos los hombres en Cristo y E. Q. Me dijo que para su caso ya no había esperanza. Entonces le pregunté que era lo que le había pasado y me contestó que era mejor que no lo supiera. Cuando alguien dá una respuesta así aquí en la Sierra uno sabe exactamente lo que significa. Y le dije que respetaba su silenció, pero que cualquiera que sea eso que le había pasado la respuesta estába en Cristo. Entonces, empezó a llorar. Me impresionó ver a ese hombre que me había inspirado cierto temor ahora llorando junto a mí mientras yo conducía al auto.
Era evidente que su aflicción era abrumadora y le cité las palabras de Jesús:
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar». Mt.11:28
Enseguida empecé a comentar que en este mundo pasamos por dificultades, pérdidas e injusticias que nos causan mucho dolor pero que en Jesús hay consuelo y fuerzas para sobreponernos de estos tragos amargos.
El dolor que ahora experimentamos tiene su origen en el pecado. Antes de este la historia del hombre era diferente. Una utopía perfecta que ahora se ha desmoronado convirtiendo a esta mundo en un lugar hostil e inseguro pero que apesar de esta condición podemos encontrar seguridad y paz al confiar en Jesús.
Ahora mismo hay una guerra —dije— y es triste ver qué muchos inocentes están muriendo. Pero está es la verdad. Todo en algún momento y de alguna manera vamos a morir. Asi que debemos enfrentar esto con sabiduría y la Biblia nos dice que la respuesta está en Cristo. Todo es acerca de Él. El es el juez pero también el SALVADOR de los que creen en Él.
Asi el hombre me confesó que recién habian asesinado a su hermano y que no podía más con esta pena que lo consumía de tristeza e impotencia.
Que terrible situación, que pena tan grande —pense. El mundo cree que ya no hay más solución para la muerte cuando Cristo ya la venció por todos aquellos que habrán de creer en Él. Asi que para lo inevitable existe una solución y está es nuevamente Cristo. Su Palabra dice:
Y que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien puso fin a la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.
2 Timoteo 1:10 NBLA
Y aunque tú hermano ya tuvo su tiempo en está vida, ahora te toca a ti prepararte para esto que tarde o temprano va a venir. Hay esperanza, si se puede superar está difícil prueba, también perdonar y a su vez recibir paz y propósito para esta vida. Necesitas entregar tu corazón a Cristo porque solo en El encontrarás consuelo y un amigo verdadero que siempre te ayudará y que siempre te acompañará en cada momento de esta vida.
Asi termino mi tiempo con E. Q. Cuando llegamos al sitio en el cuál el debía descender. Me agredecio nuestra conversación y me dijo que estás Palabras le hacían mucho bien. Me dijo que su Padre era cristiano y que lo buscaría para tratar de aprender más de Jesús. Ante la premura solo me resto decirle que no se rindiera ante el desánimo que buscará a Cristo y que Él le ayudaría y prometí que oraria por El.
No sé si vuelva a ver a este joven, pero su caso me conmovió grandemente y pienso en todos aquellos que como el han tenido que pasar por ésto. Pero agradezco a Dios que está mañana en mi imprudencia lo haya puesto en mi camino para darle la respuesta que toda alma en esta vida necesita oír. Vivimos en un mundo de mucho dolor pero está situación puede mejorar en gran manera cuando nos rendimos al Salvador.
¡Oremos por E. Q. !
Descubre más desde SIERVO INÚTIL
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
