PUEBLOS MAGICOS SIN ENCANTO

«Pueblo Magico» es un termino que se usa en México para referirse a ciertos lugares que por su belleza y caracteristicas físicas son clasificados como lugares de ensueño para visitar. Esto puede tener algo de cierto pero se usa sobre todo para fines de marketing. Y aunque, en la Sierra Tarahumara hay varios lugares clasificados bajo esta categoría, tambien lo es que estos pueblos mágicos no tienen chispa. Estos lugares que en apariencia brillan por sus encantos naturales viven en tinieblas por sus muchos problemas, pero sobretodo por la indiferencia y supersticiones que mantienen muertos como en un valle de «huesos secos» a las personas que aquí habitan. La Sierra bien podría ser ese hermoso cementerio ubicado en un lugar de ensueño pero al fin un cementerio donde el mal olor y la corrupción son testigos del terrible dolor que el pecado causo.

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.

Romanos 5:12

A lo largo de mas de 10 años de estar recorriendo la Sierra Tarahumara he podido darme cuenta de la realidad. De la pobreza espiritual de estos pueblos. En donde la belleza natural de estos lugares es opacada por la ignorancia que esclaviza a las almas y que las lleva a experimentar los estragos del pecado que son la causa principal de la infelicidad que ahora sufren los seres humanos.

La violencia, la ignorancia, el alcoholismo, la pobreza y las supersticiónes son los grandes problemas sociales que definen a los hombres de esta región. Claro que hay sus excepciones, pero a su vez es cierto que una gran mayoría viven atrapados en esta horrible condición y también que sin fe en Cristo no puede haber una buena vida.

Y aunque el panorama es adverso, como cristianos sabemos que el Evangelio es la respuesta al pecado. No hay nada mas efectivo para una transformacion social como es Cristo.

La mayor necesidad que estos pueblos tienen es conocer al Dios de la verdad y asi poder cambiar su realidad aprendiendo a vivir con esperanza en un mundo con muchos problemas.

Este mes hemos seguido con nuestra labor, enseñando a los niños. Estoy convencido de que ellos son una gran inversion para el reino de Dios. A veces perdemos de vista que Cristo tiene una Iglesia en la siguiente generación y que entre ellos estaran esos locos por Jesús que trastornaran al mundo con el mensaje del Evangelio en los años venideros. Si Jesús no regresa antes por supuesto. Pero como nadie sabe cuando esto va a suceder debemos seguir esforzandonos en nuestra misión. Por eso es muy valioso seguir adelante con este trabajo, y aunque las condiciones actuales se estan poniendo de acuerdo para restringir la influencia de la Iglesia e incluso de los padres entre los infantes, con la finalidad de negarles la Verdad entre otras cosas, preferimos no centrarnos tanto en las dificultades, sino en la promesa de que Dios va a estar con nosotros ayudándonos a cumplir su propósito.

De esta manera seguimos avanzando con la siembra en un terreno por cierto duro y arido, pero bajo la convicción de que no hay terreno demasiado dificil para el Señor.

Al mismo tiempo el trabajo de plantación de Iglesia en el pueblo de San Juanito continua prosperando. Hasta ahora Dios a querido que un grupo de personas permanezcan entre nosotros con la finalidad de poder escuchar Su Palabra e incluso recientemente un hombre de otro pueblo donde habiamos estado predicando con anterioridad se nos ha unido y nos ha estado visitando frecuentemente a las reuniones para escuchar el mensaje. Esto me muestra que ningún esfuerzo por Cristo es vano y que el tiene determinado los tiempos para cada obra que se lleva acabo. Solo el Evangelio puede despertar a la vida al pecador y por esa nuestras fuerzas se concentran en cada semana exponer La verdad de Dios, pidiendole a El que convierta los Corazones de estas personas. Como Predicador facilmente podemos perder de vista que nuestra labor es acerca de exponer el mensaje para la salvación de las almas y así pudiéramos terminar dedicandonos solo a exponer sermones a una audiencia como una parte más de nuestra labor. Pero esto nos vuelve fríos e indifierentes al estado de las almas que nos escuchan, cuando siempre debemos ocuparnos en que nuestra predicación hablé directo al corazón , a sus necesidades que se den cuenta de cuanto necitan a Cristo y del valor que encontramos en El.

Esto es lo que pienso que le da un sentido de compasion y urgencia a nuestra labor, y nos guía a mostrar a los hombres de una mejor manera el amor y la justicia de Dios por medio de la predicación.

Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación.

Salmo 62:1

Así, la obra en estos pueblos avanza y aunque, todavía hay mucho por hacer es el Señor quién va guiando nuestros pasos y disponiendo los tiempos en el plan que El nos ha trazado para que estos pueblos escuchen el Evangelio y personas vengan a creer en El.

¡Sigamos orando por la conversión de las almas en estos pueblos!