Esta mañana continuamos con nuestra jornada de Evangelismo en San Juanito. Creó que está es la labor que el Señor nos ha mandado a realizar a todos sus hijos. Por todo el Nuevo Testamento no vemos otra cosa sino a los creyentes divulgando el Evangelio y esto generalme en las circunstancias más impensables y a cualquier precio.
Creo que «ningúna persona que se denomina como cristiano» y que no está dispuesto a compartir su fe con otros debería llamarse Cristiano«. Esta usurpando un título que no le corresponde. Cristo murió para que sus discípulos conocieran el Evangelio de la salvación, entonces el no hacerlo sería cómo tener en poco su sacrificio y una terrible falta de compasión hacia el prójimo. ¡Hay tantos corazones indiferentes dentro de la misma Iglesia que como se podría esperar una condición diferente en los que permanecen afuera!.
Además, la predicación es la manera en que Cristo es glorificado por medio del trabajo que realiza su Iglesia. Hoy muchos mal entienden la salvación por gracia a tal punto que piensan que el evangelismo es una tarea que los guía al Evangelio de obras del cuál se creen liberados cuando permanecen en uno peor, el evangelio muerto, el de la inactividad que carece de fe y sin compasión. Cuando en realidad es por gracia que se nos da la oportunidad de llevar este mensaje a los pueblos que necesitan ser alcanzados.
Así, «muchos cristianos se muestran perezosos y egoístas» cuando se niegan a participar en esta gran labor.
Esta mañana transcurria con algunos contratiempos, y ya bastante tiempo he tenido en esto como para llegar a saber que el Evangelio no avanza sin obstáculos. Pero a su vez, este panorama es el que nos lleva a confiar todo a Dios. Ha darnos cuenta que sin el nada podemos hacer, y que lo que hacemos es porque el nos lo está permitiendo. Después de recorrer por 50 minutos la Sierra llegamos a San Juanito donde estamos yendo a visitar el barrio de El Pinal, ahí pudimos hablar con unas 7 personas y presentarles la esperanza que el hombre puede recibir por medio de la fe en Cristo.
Este es un barrio pobre, habitado en su mayoría por personas que han llegado aquí desde las muchas y diversas villas dispersadas por toda la Sierra. La necesidad de escuchar el Evangelio como en todas partes es grande. Mi percepción general de esta jornada es que la gente vive distraída de las cosas importantes. La mayoría permanece en su pequeño mundo, donde la fé no tiene lugar y tiran sus años en cosas vanas que los dirigen a una eternidad como enemigos de Dios.
Sinceramente, esto a veces me causa algún grado de depresión. Ver qué las personas «viven contentas» en su propia miseria, ignorando a Dios. ¿Como pueden estar felices en esta condición? —Me pregunto absorto ante la indiferencia y complacencia de vivir sin la religión verdadera. Esto me ha llevado a pensar que en la actualidad la gente rechaza a Cristo porque piensan que no necesitan de Dios. Se sienten fuertes en si mismos, mientras Jesús les llama y les invita a venir a él para tener vida.
y no queréis venir a mí para que tengáis vida.
San Juan 5:40
Sin embargo, esto no nos desanima por completó, esta es la voluntad del padre que perseveremos en nuestra obediencia por medio de fe, y hoy sembramos y mañana el Señor mostrará el resultado. Los pueblos Tarahumaras son complicados y difíciles de muchas maneras, pero el Evangelio es más fuerte que éllos y por alguna razón el Señor de los imposibles nos ha traído aquí. Debemos perseverar en nuestra misión porque Cristo tiene un pueblo que compró el cual vendra a Él.




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