EVANGELIZANDO EN SAN JUANITO

Esta mañana nos reunimos para visitar las casas de uno de los barrios de San Juanito. Para ser honesto no me encontraba en mi mejor momento y en el fondo creo que hubiera preferido postergar este trabajo para después. Sin embargo, como este tiempo ya estaba agendado para testificar sentía que debía de cumplir y no tanto con los dos hermanos que iban a ser mis compañeros esa tarde, sino con el Señor. Claro que los hermanos son importantes; pero más importante es Cristo quíen por nosotros murió.

Y estamos aquí para «vivir para su gloría». ¿Como sería esto posible sino nos esforzamos en hacer aquello que nos ha mandado?

Hoy muchos SE DICEN CRISTIANOS PERO NO VIVEN PARA CRISTO. ¿Como puede ser ésto cierto?

Este es un engaño muy común en nuestros tiempos. Hay gente que cree que puede agradar a Dios con el mínimo esfuerzo. Confunden el hecho de que Cristo ya pago en su totalidad por su salvación lo cuál es cierto, pero que esto no debe resultar en un mayor compromiso de nuestra parte en hacer lo que se nos manda por agradecimiento.

El detalle está que para muchos en verdad y tristemente lo digo, la salvación no significa mucho. No tienen memoria de cuan graves fueron sus pecados y han perdido de vista que el pago por ellos fue el martirio de Cristo. Esta es la razón en muchos casos de su falta de compromiso.

Y bueno, la carne decía que no tenía ningún casó seguir en esto. Soy un hombre que se está haciendo viejo para quien los últimos 15 años de su vida han sido un ir y venir de un escenario a otro con el fin de testificar a otros de Cristo sin que aparentemente hasta hoy haya pasado algo significativo.

Es cierto que la carne no tiene fe, al menos no en JESÚS. Pero al mismo tiempo caía en la realidad de que no tengo otra razón de ser. Un discípulo debe seguir a su maestro y un siervo debe obedecer sin reservas. Si en verdad somos ésto no tenemos ninguna justificación para no cumplir con nuestra obligación. La tarea de testificar no debe estar condicionada a como me sienta y ni siquiera a los resultados que uno desea recibir. Es más un asunto de fidelidad hacia quien lo está mandando.

Así, está mañana nos encontrábamos creo algo tímidos respecto a la misión que frente a nosotros teníamos. «Ser fieles» en esta labor. Para la gloria de Cristo y por amor al prójimo que en su pecado se pierde.

Esta mañana hablamos con 8 personas. Parecen pocas pero recalcó que hablamos. Con esto quiero decir que establecimos conversaciones que ocuparon su tiempo con el propósito de dejar lo más claro posible el Evangelio. No fueron segundos gastados superficialmente sino tiempo bien aprovechado para dar a conocer a Cristo.

Entonces nos encontramos a Jonathan trabajando afuera de lo que creímos que era un taller mecánico. El estaba desarmando supongo que un motor o una clase de máquina. Pero apesar de estar ocupado de buena gana nos atendió y empezamos a compartirle el Evangelio.

Jonathan me parecía esa clase de personas con las que resulta fácil interactuar. Un joven agradable y abierto. Y el pensaba igual que muchos otros en su condición que portándose bien se puede llegar al cielo.

Y grande fue su sorpresa cuando el Evangelio le reveló que nadie es bueno. En su propia opinión Jonathan se sentía merecedor de la gracia divina y creia que Dios seria incapaz de negarle el cielo debido a su «buen comportamiento». El no era como la mayoría, no habia robado, ni matado etc. Su vida aparentemente habia estado sin grandes tropiezos u escándalos. Pero en toda su buena vida le faltaba Cristo.

Su ignorancia empezo a aflorar a medida que la Palabra le mostraba su verdadera condición: Que algunos hombres se consideran como buenos en su propia opinión y al compararse con otros, pero que ante Dios todos estamos descalificados para heredar el cielo. Es solo por Cristo que podemos aspirar un dia estar alli, porque aun nuestras obras de justicia son tan inmundas ante los ojos puros de un Dios Santo que en vez de sumar puntos a nuestro favor hacen lo contrario solo aumentando nuestra culpabilidad por el orgullo que nos impide ver de Cuán perdidos estamos sin Cristo.

Sin duda que Jonathan se quedo pensando en todo esto y ahora solo pedimos a Dios que mueva su corazón y lo guíe a la verdad para encontrar verdadera salvación no en sus obras sino en la perfecta obra de Cristo que es la unica que nos puede justificar.

Otro encuentro fue él que tuvimos con Nicolas y Patricia a quienes encontramos afuera de su casa. Nicolas arreglando su moto mientras que Patricia permanecia sentada sobre el piso a la puerta de su casa mientras observaba a su pequeño hijo y a su marido.

Cuando empezamos a presentarnos parece que Nicolas adivino la razón de nuestra presencia ahí. Mientras mi compañero le extendía la invitación para visitar la Iglesia que recien habiamos empezado cerca de su barrio; Nicolas y Patricia se reían nose si por el nerviosismo que se presenta en algunas personas al hablar con desconocidos o por alguna otra razón para nosotros desconocida. Entonces, pregunte a Nicolas sobre ¿Que pensaba de la Biblia?; a lo cúal respondio que el piensa que si es la verdad. Incluso confeso que él y su familia habían sido parte de una Iglesia Cristiana pero que se enfriaron y terminaron desertando.

No nos dijo la razón por la cual habían desertado. A menudo las causas mas comunes son solo meras justificaciones sin verdadera importancia. Claro que creo que puede haber razones importantes para salirse de una Iglesia y cambiarse a otra, pero esto es distinto a abandonar por completo la fe. La única respuesta a esto ultimo es que de verdad no tenían fe.

Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.

1 Juan 2:19 LBLA

Pero si creo que esta mañana el Espiritu Santo nos dirijio hasta este hogar para advertir y animar a estas personas a aferrarse a Cristo.

Amenudo la gente piensa que volverse cristianos es añadirse como miembro a una Iglesia Cristiana y de verdad que es mas que eso. Antes de que esto suceda la persona debería tener un encuentro real con Jesús, nacer de nuevo de agua y del espiritu para sentirse verdaderamente miembro del pueblo de Dios. Mientras esto no pase solo se podra vivir una religion o incluso como en muchos casos una tradición pero no la verdadera conversión que nos hace genuinos cristianos.

Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.

Juan 3:5 LBLA

Asi tomamos este tiempo para repasar el Evangelio con esta pareja y recordarles sobre la enorme importancia de conocer a Cristo ahora antes de que el tiempo se nos agote y lleguemos a un punto de no retorno cuando la salvación sea algo imposible de alcanzar debido a la dureza que experimentan los corazones que resisten la gracia de Dios.

Que el Señor tenga misericordia de ellos y que en su voluntad puedan en él tiempo propicio venir a Cristo.

Asi nuestro ministerio camina siempre con la ayuda del Señor confiando que él bendecira nuestro trabajo y su proposito en todo esto se cumplirá. Y aunque sincera y penosamente a veces ya me siento cansado confio que el Señor me sostendrá hasta el final.

¡No deje de orar por nosotros por favor!


Descubre más desde SIERVO INÚTIL

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario