MINISTERIO DE NIÑOS

Hoy quiero hablar un poco acerca del trabajo que realizamos con los niños. Esto fue algo que empezo hace algunos meses atrás y atraves de una inquietud por alcanzar a este grupo que muchas veces es ignorado o minimizado por muchos ministerios en el trabajo de plantación de nuevas Iglesias. Sin embargo, sabemos por medió de las Escrituras que los niños son valiosos y candidatos factibles para el Evangelio, estás son razones suficientes para trabajar en POS de la salvación de sus almas.

También, hemos visto por la experiencia de otros que el trabajo misionero con niños en muchos casos ha llevado al inicio y florecimiento de nuevas congregaciónes, ya sea porque éstos niños se convirtieron en los primeros frutos   de un determinado campo que con el tiempo maduro, o porque sus padres fueron alcanzados a través de la influencia de éstos cuando fuerón expuestos al Evangelio.

Al mismo tiempo y de verdad que nos encontramos en una era donde  vivimos tiempos complicados, donde todo está cambiando rápidamente y no para bien. Nuestra sociedad de por si ya enferma  está siendo fracturada desde sus pilares más básicos  como son; el matrimonio y la familia. Pilares que le han dado forma y definición a lo que hoy concebimos como la vida.

Y aquí es donde los niños se vuelven un punto clave para llevar acabó este plan siniestro, donde desde las aulas se les inculcan los nuevos conceptos que intentan aportar un nuevo significado respecto al sexo con el fin de destruir el matrimonio y la familia en las formas como hoy las conocemos, a través de ideologías basadas en los sentimientos y no en la verdad, engañando así y condenando a la ignorancia y a la degradación moral a todos aquéllos que las abrazan, pero más terrible aún conduciendoles a vivir un estilo de vida inmoral distante del modelo establecido por Dios. De aquí que si la Iglesia no cumple hoy con su trabajo de adoctrinar a los niños con la Verdad entonces el sistema lo hará con sus mentiras, y ha cambió habremos de recibir en un futuro inmediato una nueva generación de jóvenes que considerarán al cristianismo como a su enemigo, o mínimo cómo un sistema retrógrada e inexorable cómo ya algunos grupos lo clasifican.

En estos ranchos donde no son muchos los habitantes ésto ya se empieza a notar. Por supuesto que la inmoralidad la cuál es solo una de las diferentes caras de lo que implica vivir en oscuridad esto es sin Cristo, no es una novedad. Pero también es cierto que no podemos cerrar los ojos a esta realidad, y vivir como Iglesia ignorando lo que hoy se nos está implantado.

Se ha dicho de la Iglesia como aún hospital, y hoy que nuestra sociedad esta gravemente enferma sería un gran atentando contra la humanidad que la Iglesia se guardase el antídoto que cura este mal.

Querido hermano no seamos ingenuos y reconozcamos que estamos en tiempos de Guerra. Una guerra declarada contra la Iglesia, la cuál es columna y baluarte de la Verdad. Una lucha que ya se lleva a cabo desde las trincheras (pulpitos) de cada congregación que lucha por afirmar la veracidad de las Escrituras como la única realidad que da sentido a la existencia humana. Pero como siempre sucede, tal vez haya por ahí algún desapercibido que todavía está dormido. Ignorando los estallidos que suenan a su alrededor y pensando que nunca lo alcanzarán. No, es ahora ¡cuando hay turbulencia que la Verdad brilla de manera más intensa!. Que el Señor nos ayude a ser valientes y que sigamos predicando a Cristo cuando la censura se torna cada vez más real, porque tal vez mañana no hallemos la oportunidad.

Es por Todo esto que los niños hoy se vuelven una prioridad para contrarestar este ataque entré el grupo de los más vulnerables, pero a la vez es el camino para preservar la verdad (el Evangelio) en la siguiente generación de adultos que poblaran este mundo si antes nuestro Salvador no regresa. Y si Jesús llegase a venir lo mejor será que nos encuentre así, viviendo para su reino y trabajando en POS de difundir su Palabra entre las criaturas que el formó.

Escuelita Bíblica infantil con los niños de La Síerra.

Es así, que cada semana recibimos a un grupo de niños para enseñarles acerca del Evangelio, siempre con el propósito superior de que éllos lleguen a conocer a Jesús como su Señor y Salvador. Estoy convencido que está es la unicama manera en que sus tiernos corazones sean verdaderamente protegidos de todo este mal que ahora les asecha.

Así que, estimado hermano si usted puede entender mi sentir y urgencia sobre este tema , le pido que oré por este ministerio, por estás almas que necesitan pronto ser resguardadas de toda esta locura que pretende dominar al mundo y que el Evangelio ayude a estás personas a entender todo esté peligro. Y aunque el panorama se vislumbraba gris no olvidemos que nuestro Dios reyna, y para nosotros estás tormentas son la oportunidad perfecta para declarar la Luz.

¡Dios le bendiga!


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